Lo que se oculta tras las gafas de Bono
El cantante de U2 confiesa que sufre un glaucoma desde hace dos décadas
Bono, el vocalista de la banda irlandesa U2, ha revelado en una entrevista a la BBC que las gafas de sol que siempre lleva no son un simple capricho. En realidad las usa porque sufre de glaucoma. El cantante ha explicado que padece la enfermedad desde hace dos décadas, una dolencia que comprime las fibras del nervio óptico y de la retina. Además, le puede provocar una pérdida de visión y hace que sus ojos sean más sensibles de lo normal a la luz.
Muchos creían que la omnipresencia de sus gafas oscuras, incluso en lugares cerrados, formaba parte de su estilo rockero, sin embargo, ha explicado en el programa de Graham Norton, que se emite en BBC ONE, que más allá del sentido estético realmente las utiliza porque le ayudan a evitar que empeore su problema de visión. "Recibo buenos tratamientos y todo va bien", aseguró Bono.
El vocalista, que acudió al programa a promocionar el nuevo disco de U2, Songs of Innocence, ha dicho con ironía que de ahora en adelante, tras haber revelado el misterio oculto tras sus gafas de sol, sus seguidores no se podrán quitar de la cabeza la noticia y pensarán: “Pobre del viejo y ciego Bono”.
La banda irlandesa está promocionando Songs of Innocence, proyecto que se coló en la Red de manera gratuita hace un mes por la biblioteca de iTunes y llegó a más 500 millones de usuarios. El movimiento promocional originó que algunos clientes se quejaran por la descarga automática del álbum, a lo que Bono ha respondido en la entrevista en la BBC: “El propósito era innovar, hacer algo fresco, pero que al parecer hay gente que ya no cree en Papa Noél”.
El 15 de octubre pasado durante un chat en Facebook, alguien recriminó a Bono que lo que hicieron para promocionar su álbum con iTunes era una grosería y le pidió que no se volviera a repetir semejante intromisión. El cantante del grupo reconoció que fue “una maravillosa idea” que se les escapó de las manos y pidió perdón. “Una gota de megalomanía, un toque de generosidad, una pizca de autopromoción y un profundo temor de que no se escucharan esas canciones a las que hemos dedicado nuestra vida durante los últimos años”, escribió.
