Andrés González es gerente de la cooperativa. Él fue uno de los 39 socios fundadores e impulsor de la huelga de productores en 2003, cuando se negaron a cortar su caña al precio que se la compraban. Aquello fue el inicio de lo que llamaron 'La Revolución Dulce'.ULY MARTÍNEn 2011 comenzó la construcción de la fábrica de azúcar de Manduvirá que se inauguró en mayo de 2014. La tecnología, aseguran sus responsables, es puntera, y el proceso de producción respetuoso con el medio ambiente.ULY MARTÍNBernado López es uno de los pocos trabajadores extranjeros que tiene la fábrica. Este cubano es el gerente de planta. Según sus estimaciones la factoría producirá 18.000 toneladas de azúcar en 2014, una cantidad muy por encima de las 234 toneladas que produjo la cooperativa en 2005 cuando alquiló una fábrica antigua.ULY MARTÍNDesde lo alto de la fábrica se observan el bosque paraguayo y las plantaciones de caña de algunos productores. Según González, todas las tierras están a menos de cinco kilómetros de la planta, lo que reduce el transporte de la materia prima.ULY MARTÍNLa calidad del producto final es muy importante para la cooperativa. Por eso, llegan muestras de caña de algunos productores para evaluar si están en su momento óptimo de recogida.ULY MARTÍNLa factoría, serpenteada por tuberías, está ubicada en Arroyo y Esteros, en el distrito de Cordillera, conocido como el Valle Orgánico por ser abundante la producción agrícola mediante técnicas respetuosas con el medio ambiente.ULY MARTÍN“La gente no creía en nuestro sueño, nos decían que estábamos locos porque esto no lo había hecho nadie antes en Paraguay. Y nos ha llevado mucho tiempo realizarlo, pero hay que ir paso a paso”, reconoce Andrés González, gerente de Manduvirá.ULY MARTÍNTodas las máquinas de la factoría son nuevas. "Tecnología avanzada traída de todas partes del mundo", asura el gerente de planta, Bernardo López. El equipo permite que el excedente de material leñoso se transforme en electricidad para el funcionamiento de la propia fábrica.ULY MARTÍNAnastasio Rodríguez, de 79 años, es uno de los 950 productores cooperativistas de Manduvirá. Desde un pequeño jardín adornado con una mesa y sillas de metal en la parte frontal de su casa de una planta se observa la fábrica. "La gente decía que esto no era posible. Es fantástica. Una maravilla. Fenomenal. Es un sueño contra tanta injusticia… Una joya para las siguientes generaciones. Somos los dueños. No hay empresarios, nos aseguramos vender toda nuestra producción y los beneficios se reparten entre todos”, se desata en halagos mientras señala la construcción .ULY MARTÍNLa caña que producen los socios es orgánica, pero además, están sujetos a los principios de comercio justo. Por eso, reciben un precio por encima de la media del mercado, participan de las decisiones de la empresa y reciben ayudas de crédito, al estudio para sus hijos y servicios médicos, entre otras ventajas.ULY MARTÍN
