Sudán del Sur será noticia
Compound de la ONU en Juba.Photo: Petterik Wiggers/Panos Pictures. (Oxfam, Febrero 2014)
En diciembre de 2013 se inició una guerra civil en Sudan del Sur. Llevábamos meses intentando “vender” a algún medio potente, a alguna televisión, la historia de este país que parecía que se había rehecho después de casi 50 años de guerra casi continua. Había tanta ilusión y tantas ganas puestas en esta reconstrucción. El inicio de un nuevo conflicto fue un jarro de agua fría. De nuevo personas inocentes sin demasiados recursos se encontraban amenazadas por un conflicto que les es ajeno. Las familias dejaron sus casas, sus tierras que son la fuente de comida, y con una mano delante y otra detrás se fueron a protegerse a los campamentos de la ONU que no están habilitados para ello. Cada vez más refugiados y más muertos.
Desde enero en el equipo de comunicación nos estrujamos la cabeza para conseguir llamar la atención mundial sobre el conflicto y la emergencia humanitaria. No hay recursos para dar de comer y beber a tanta gente pero la experiencia de años habla por sí misma, Sudan del Sur no interesa a nadie. La guerra y el hambre son endémicas en este país y por lo tanto no son noticia.
Después de 3 meses el conflicto no mejora sino todo lo contrario y la época de lluvias está a la vuelta de la esquina. En cuanto empiece a llover será imposible moverse por Sudán del Sur. Las familias desplazadas no tienen nada, apenas un techado para protegerse del sol abrasador. Su vida está en nuestras manos. Aunque insuficiente, la comida y el agua que proporcionamos les permiten vivir un día más. En un campo de refugiados se vive al día.
Las expectativas más optimistas son dramáticas. No hay ninguna esperanza de que los más de 3 millones de personas afectadas por la guerra puedan conseguir en los próximos meses otro alimento y otra agua que los que les proporciona la ayuda humanitaria. Ayuda a vida o muerte. Pero con los fondos con los que contamos no vamos a poder dar salida a tantas necesidades.
Hace tres semanas decidimos que era “ahora o nunca”. Antes de que empezara a llover teníamos que mandar a un equipo a recoger materiales en terreno para poder montar una buena campaña de captación a escala mundial. Les acompañarían 3 periodistas, Gonzo, Diego (cámara) y Ramón Lobo. En total 5 personas, el número máximo de ocupantes que puede llevar el helicóptero que nos cede la ONU para desplazarnos por Sudán del Sur.
Organizar el viaje ha sido extremadamente complicado. La inseguridad del país, la sobrecarga de los equipos que están en terreno, las dificultades administrativas. Sólo el jueves recibimos por email los visados de los periodistas que volaban el sábado. Y al día siguiente, Gonzo, me enviaba el enlace sobre el ataque al compound de la ONU en Bor - Más de 45 civiles habían perdido la vida. Nuestro equipo de 8 personas en el campamento estaba bien y dispuestos a seguir ayudando, ¡que valientes! El viaje se mantiene, es un viaje vital y podemos asegurar las condiciones necesarias de seguridad-.
El sábado en el aeropuerto de Barajas todavía parecía que los periodistas no iban a poder viajar “Los visados son válidos, no lo son, si lo son, van con mi ONG invitados, no les van a dejar entrar en el país, verá que si, todo en regla…” después de media hora de gestiones en el mostrador 69 la maletas desaparecían arrastradas por la cinta móvil. “¡un viaje que empieza con el número 69 no puede ser más qué bueno!” reía Ramón Lobo.
A las 9 de la mañana sonaba el móvil.. + 2119…”¿Si?, Hola, estamos en el coche camino del hotel. ¿Estáis cansados? – que pregunta más tonta...- No, estamos bien. Genial, besos.
Ya están allí. Lo hemos conseguido. Ahora tenemos por delante el gran reto de convertir la crisis en una gran noticia que todo el mundo entienda y con la que la opinión pública empatice. De ello dependen las vidas de mas de 3,2 millones de personas.
Con este post abrimos un especial sobre Sudán del Sur que realizaremos durante esta semana con artículos escritos desde terreno.
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