Voces famosas contra el régimen de Nicolás Maduro

¿Qué pueden tener en común el mediocentro del Real Madrid Luka Modric y los cantantes Carlos Baute, Rihanna, Carlos Vives, Alejandro Sanz, Paulina Rubio, Lucero, Olga Tañón y Ana Gabriel? Que todos han condenado la represión iniciada por el régimen de Nicolás Maduro contra la oposición a través de su cuenta de Twitter.

La más activa ha sido la mexicana Paulina Rubio. La semana pasada, la intérprete difundió un vídeo que explica, en español y en inglés, lo que ocurrió el pasado 12 de octubre en Caracas, cuando una manifestación que conmemoraba el Día de la Juventud en Venezuela fue reprimida a balazos por policías y bandas parapoliciales chavistas. En el siguiente mensaje escribió: “Venezuela, estoy con ustedes, tenemos que hacer algo, juntos podemos”. Desde entonces su cuenta recibió un aluvión de mensajes agradecidos de detractores del gobierno chavista que ella retuiteó. Lo hizo, por ejemplo, con una información que especificaba la dirección de un portal “para vencer la censura”.

Un combativo Carlos Baute ha sido quizá uno de los motores de toda la reacción de los artistas hispanos. El cantante pop venezolano ha dedicado los últimos trinos de su cuenta a fijar clara posición sobre la crisis política de las últimas horas. Baute se refirió a uno de los universitarios asesinados en las concentraciones, Bassil da Costa, se hizo eco de mensajes contrarios a la revolución chavista e incluso pidió disculpas a sus seguidores de otros países por tratar temas distintos a la música. “En estos momentos estoy muy alerta con lo que sucede en mi país”.

Otros, más parcos, también han sido claros al especificar a quién respaldan. Es el caso de Alejandro Sanz. “Mucho ánimo, Venezuela, que se escuche tu voz”. Y en un último tuit: “No podemos cerrar los ojos más”. En el pasado, Sanz mantuvo fuertes polémicas con el régimen, entonces presidido por Hugo Chávez. En vísperas de un referéndum revocatorio contra el fallecido líder el intérprete dijo que Chávez le resultaba desagradable y que dejaría de cantar si se lo piden tres millones de personas. Fue una ironía que aludía al número de rúbricas necesarias para convocar el procedimiento constitucional. Sanz estuvo vetado varios meses hasta que volvió a cantar en el país.

Rihanna y Jared Leto, nominado al premio Oscar como mejor actor de reparto por su interpretación en el filme Dallas Buyers Club, no han sido indiferentes a las impactantes imágenes de la represión y los destrozos ocasionados por los manifestantes en su protesta. Leto, también líder de la banda 30 Seconds to Mars, escribió en Twitter: “Enviando buenos pensamientos a mis hermanos y hermanas de Venezuela. Sean fuertes”. Rihanna, por su parte, dijo: “Por favor mantengan a la gente de Venezuela en sus oraciones. Es devastador ver lo que ocurre”.

En casi todos los casos, no son mensajes aislados. La mayoría de ellos reenvía tuits de sus seguidores que aluden a la situación venezolana. Lo hizo la artista mexicana Ana Gabriel, la merenguera pop boricua Olga Tañón –que ha hecho de Venezuela un feudo muy íntimo- el salsero venezolano Oscar D’León y toda una sorpresa: el mediocentro croata Luka Modric. El jugador del Madrid envió un par de tuits: “Te amo, Venezuela. Sé fuerte”. Y un poco después: “Gracias Venezuela por su apoyo. Estoy muy orgulloso de ustedes. Recuerden. Crean”. Esta última frase en mayúsculas sostenidas. Venezuela apenas sobresale en el mundo del fútbol.

El apoyo contrasta con el silencio hecho de dos de las grandes figuras de la música clásica venezolana. El director de orquesta Gustavo Dudamel y José Antonio Abreu, creador del sistema de orquestas infantiles y juveniles del país han preferido pasar de largo del enfrentamiento durante todos estos años de polarización, en el entendido de que se deben a todos los venezolanos. Colegas como la pianista Gabriela Montero han interpretado el silencio de ambos como un apoyo a Maduro. Los feroces ataques contra ellos obligaron al gobierno a fijar posición. La ministra de Comunicación e Información Delcy Rodríguez dijo: “Los maestros Dudamel y Abreu son reserva moral, de poesía encantada en la música de la patria que parió al libertador de los libertadores”.