¿Bella?... ¿yo?
Una firma cosmética usa a un artista forense del FBI en su nueva y emotiva campaña publicitaria
Las mujeres son mucho más guapas de lo que piensan. Es inevitable llegar a esa conclusión tras ver los retratos de la última campaña de Dove, la marca de productos de belleza que suele dejar fuera a las súper modelos a la hora de hacer publicidad y, en cambio, utilizar chicas normales y corrientes en sus anuncios. El vídeo se ha hecho viral en las últimas semanas, al apoderarse de redes sociales como Twitter y Facebook. En él, el artista forense del FBI Gil Zamora, dibuja a siete mujeres que no ha visto nunca dos veces; primero, solo siguiendo sus propias descripciones y después, bajo las instrucciones del relato de unos extraños que acaban de conocerlas.
El resultado es asombroso. “Se quedaban de piedra al ver los retratos”, contó el dibujante, que trabajó durante 26 años en el departamento de policía de Santa Fe, California, al periódico The New York Daily News. “Las mujeres no ven la belleza que otros ven en ellas”, comentó.
Según su experiencia, el resultado de los retratos que hizo siguiendo las descripciones de los siete extraños es mucho más exacto que el de ellas mismas. Pero además, es más cordial con sus propias características. “Las mujeres parecían ser un poco más críticas con sus propios rasgos. Ninguna me dio la impresión de estar siendo halagadora consigo misma”.
Zamora advirtió también que las retratadas hacían especial hincapié en las pequeñas imperfecciones faciales que pudieran tener. “Los lunares, las manchas o las cicatrices, todas esas cosas que ellas describían pasaban totalmente inadvertidas en el relato de los extraños”, sostuvo el artista.
La impresión de las protagonistas se puede ver en el mini documental que la marca estrenó en YouTube el lunes y que durante esta semana se ha convertido en viral. “Se ve más cerrada y más gorda”, comenta en el vídeo una mujer llamada Kela al escudriñar el retrato que Zamora hizo con su propia descripción. “Está más triste, también”. Al mirar el otro, el que el artista dibujó basándose solamente en el relato de un desconocido, reconoce: “Esta es más abierta, más amistosa… más feliz”. Y se emociona.
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