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Corrupción y sexo se alían en China

Un alto cargo del Partido Comunista es el último protagonista de los escándalos de poder

Lei Zhengfu.
Lei Zhengfu.Chen Yuanhong (Imaginechina)

Corrupción y sexo van de la mano en China. A finales del mes pasado, las autoridades destituyeron al secretario de Partido Comunista Chino (PCCh) de uno de los distritos de la municipalidad de Chongqing -la más poblada del país-, después de que un vídeo en el que aparece desnudo manteniendo relaciones sexuales con una joven se propagara como la pólvora en Internet.

El vídeo y las fotos de Lei Zhengfu –que tiene más de 50 años- inclinado en la cama sobre una chica a la que no se le ve la cara circularon ampliamente, en medio de las críticas de los internautas ante un nuevo caso en la larga lista de escándalos que han surgido en los últimos años en China en los que se mezclan poder, corrupción, amantes y dinero. La investigación oficial probó que el hombre en el vídeo -que fue filmado en 2007- es Lei, a pesar de que él lo había negado. Las imágenes fueron tomadas aparentemente con una cámara oculta desde la mesilla de noche.

La chica –de 18 años- fue contratada por una compañía constructora para que durmiera con Lei Zhengfu a cambio de contratos para la empresa, según ha explicado Zhu Ruifeng, un antiguo periodista de Pekín, que colgó capturas de pantalla del vídeo en Internet, informa Associated Press. Posteriormente, la constructora intentó utilizar la grabación para extorsionar a Lei. Zhu, que tiene una página web de seguimiento de casos de corrupción registrada en Hong Kong, ha asegurado que obtuvo el vídeo de una fuente policial.

El vídeo y las fotos de Lei Zhengfu inclinado en la cama sobre una chica a la que no se le ve la cara circularon ampliamente, en medio de las críticas de los internautas ante un nuevo caso en la larga lista de escándalos que han surgido en los últimos años en China

Internet se ha convertido en China en un arma potente de denuncia de abusos y escándalos -en particular, corrupción oficial-, que antiguamente pasaban desapercibidos, y ha puesto de manifiesto la extensión de la práctica de tener amantes entre muchos funcionarios y empresarios adinerados. Más del 90% de los altos funcionarios investigados por corrupción tienen al menos una querida, según informes que menciona ocasionalmente el Gobierno.

El PCCh prohíbe expresamente esta práctica porque considera que es un aliciente para la corrupción. Pero, en los últimos años, no han cesado de surgir casos de funcionarios caídos por sobornos, otros delitos y faltas a “la disciplina del partido”, en los que el sexo y la infidelidad son parte del embrollo. Liu Zhijun, exministro de Ferrocarriles, que está a la espera de juicio por corrupción, tenía 18 amantes, según algunas informaciones. Chen Liangyu, exsecretario del PCCh en Shanghai, sentenciado en 2008 a 18 años por corrupción, fue acusado de haber intercambiado poder por favores sexuales y tenía al menos a dos queridas, según la prensa china. Y el exsecretario del partido en Chongqing y estrella ascendente de la política hasta que fue defenestrado hace varios meses Bo Xilai va a ser juzgado por abuso de poder, aceptar cuantiosos sobornos y mantener “relaciones impropias con numerosas mujeres”.

Las veleidades sexuales de los funcionarios chinos son objeto de seguimiento en los foros y servicios de mensajes cortos en Internet, donde algunos blogueros incluso realizan listas de clasificación con el supuesto número de amantes de cada investigado.

Cuando Mao Zedong llegó al poder en 1949, acabó con la tradición de los poderosos de tener concubinas, aunque el Gran Timonel tuvo muchas amantes según relata Li Zhisui, médico personal del fundador de la República Popular China, en su libro La vida privada de Mao. Pero el rápido desarrollo que ha experimentado el país en las tres últimas décadas y el enriquecimiento de una parte de la población han hecho resurgir la costumbre de las queridas o ernai (segunda esposa), que es vista como un signo de poder y éxito.

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