_
_
_
_
_

Dylan y Brandon vuelven al instituto

Los actores de la serie 'Sensación de Vivir' protagonizan una campaña para Old Navy Jennie Garth, Jason Priestley, Luke Perry y Gabrielle Carteris parodian a los personajes que les convirtieron en fenómeno global

Carmen Mañana
Luke Perry y Jason Priestley en la campaña de Old Navy.
Luke Perry y Jason Priestley en la campaña de Old Navy.YouTube

¿Brandon o Dylan? Esta disyuntiva dividió a toda la población femenina (y a parte de la masculina) que vivió su adolescencia durante los noventa, cuando la serie Sensación de Vivir se convirtió un fenómeno global. Más de 20 años después semejante dilema metafísico no ha sido olvidado y articula la nueva campaña de publicidad de la marca textil infantil Old Navy. Gracias a ella, Jennie Garth (40), Jason Priestley (43), Luke Perry (46) y Gabrielle Carteris (51) vuelven al instituto y parodian las míticas tramas telenovelescas que engancharon a toda una generación y elevaron a sus protagonistas a la categoría de iconos posmodernos.

En los anuncios, Garth (Kelly, en la serie) tiene que elegir de nuevo entre Perry, que, a lomos de una Harley, vuelve a encarnar al esteriotípico chico problemático con buen fondo (aka Dylan), y Priestley, que le ofrece un enorme osito de peluche como el dulce y responsable (y aburrido) Brando Walsh de la ficción. Dos décadas después de decantarse por el alcohólico de 15 años y más tarde por el serio camarero del Peach Pit, y después cambiar de opinión, y luego volver a hacerlo otra vez en una espiral infinita e imposible de seguir, Kelly escoge esta vez... a su vaqueros. El márketing es más fuerte que el amor en Beverly Hills 90210 (título original de la serie).

Aunque el momento más hilarande la campaña es cuando Gabrielle Carteris, que interpretaba a Andrea, la chica fea pero inteligente (aunque no lo suficiente para usar un preservativo y evitar quedarse embarazada y perder su beca universitaria), le espeta a Brandon, su eterno amor no correspondido ,"me encanta el estilismo de la chica nueva, estoy enamorada de ti. Quiero decir, nada".

Una bromas que, evidentemente, no tienen ningún sentido para el público objetivo del anuncio: niños preadolescentes a los que, cuando Dylan desvirgó a Brenda (Shannen Doherty) todavía les quedaba una década para nacer. Pero sí consiguen conmover sus padres, que son los que compran la ropa y los que aún recuerdan, entre la vergüenza y la añoranza, los terribles atentados estéticos que cometieron en nombre (y para parecerse) a sus ídolos. A saber: dejarse flequillos-tubo y llevar camisetas con hombreras, ellas; y ponerse tupés y remangarse las mangas, ellos.

Ya se sabe que lo rentable que resulta la nostalgia, esa epidemia que infecta a toda una generación de mayores de 30 años y que es responsable de la exhumación Mazinger Z o las Converse. Un fenómeno, el del revivial, que llevó a los productores televisivos a lanzar en 2008 Sensación de Vivir, la nueva generación. En esta versión actualizada aparecen Kelly (Jenny Garth) y Brenda (Shanen Doherty) ya crecidas y convertidas en orientadora y actriz, respectivamente. La serie, producida por Darren Star (Berverly Hills 90210, Melrose Place, Sexo en Nueva York) ya va por su cuarta temporada, pero aún le queda mucho para alcanzar los diez años en antena que aguantó la original y, sobre todo, su repercusión entre los adolescentes.

Y es que mucho antes de Bella (Kristen Stewart) y Edward (Robert Pattison) nacieran, Brandon, Brenda y los demás arquetipos creados por el productor Aaron Spelling ya habían llevado a sus máximas cotas el fenómeno fan. Sus posters decoraban las habitaciones de millones de adolescentes revolucionados hormonalmente y quedaron tan indisolublemente unidos en el imaginario colectivo a los actores que los interpretaban, que las carreras de estos nunca han conseguido recuperarse de semejante éxito.

Gabrielle Carteris consiguió trabajar con Brian de Palma en El nombre de Caín, presentó su propio talk show (que sólo aguantó una temporada) y participó en un reallity show, The Surreal Life, junto al rapero MC Hammer en 2003. Jason Priestley ha participado en episodios esporádicos de series como Sin rastro, Psych, Me llamo Erl, Siete en el paraiso o True Calling. Uno de sus últimos proyectos fue una película para el videoclub titulada Goodnight for Justice, en la que comparte protagonismo con Luke Perry. El alter ego de Dylan también ha llevado una carrera bastante irregular en la que destacan dos momentos estelares: su desnudo integral en la serie Oz y su participación, en versión dibujo animado, en un episodio de Padre de Familia en el que Peter Griffith trataba de demostrar que el actor era gay. Kelly/Garth es quizás la que ha mantenido un nivel de popularidad más alto de todo el reparto junto a Tori Spelling (Donna, en la seire). Garth participó en la versión estadounidense de Mira quién baila y presenta su propio really show Jennie Garth: A Little Bit Country. Pero, vaya como vaya su carrera, parece siempre les quedará Beverly Hills ¿Será el geriátrico el único límite para seguir reviviendo a sus personajes adolescentes?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_