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Tribuna
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Unos nuevos Pactos de la Moncloa

Debemos sentar las bases para un gran acuerdo entre el presidente del Gobierno, los presidentes autonómicos y los partidos con representación parlamentaria

El tiempo político en el que vivimos exige un debate de altura en nuestra política, de sentido de Estado. Todas las partes implicadas en las reformas económicas deben estar del lado de los que proponen soluciones, porque es momento de centrarnos más en lo que nos une que en lo que nos separa, de dejar nuestras diferencias a un lado.

Ante situaciones extraordinarias hay que tomar medidas extraordinarias. Los especuladores están aprovechando nuestra división como país para hacer más difícil nuestra salida de la crisis. No podemos darles motivos un día sí y otro también a través del cruce diario de declaraciones políticas, entrando en un juego en el que los únicos que pierden son los españoles y los únicos que ganan son los mercados. Las autonomías estamos señaladas por los mercados. Con ello están señalando no sólo a nuestro sistema administrativo, sino al corazón de España.

Si como país creemos en el Estado de las autonomías, la respuesta debemos darla también el conjunto de las autonomías. En una situación económica tan grave como la que vivimos, entenderse y firmar acuerdos no debe ser una posibilidad, tiene que ser una obligación. Debemos tomar la iniciativa como país y, si así lo hacemos, nadie la tomará por nosotros. Para eso nos han votado nuestros ciudadanos, para que las decisiones no las tome nadie por nosotros, sino para que nosotros demos ese paso al frente que España y nuestras Comunidades Autónomas necesitan.

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Ese paso al frente tiene nombres y apellidos: unos nuevos Pactos de la Moncloa. Debemos sentar las bases para un gran acuerdo entre el presidente del Gobierno de España y los presidentes autonómicos, incluyendo en él a todos los partidos con representación parlamentaria.

Las autonomías estamos señaladas por los mercados. Con ello tocan no sólo a nuestro sistema administrativo, sino al corazón de España

Nuestras acciones como políticos se miden con hechos y no con palabras. Todos somos España y juntos somos un gran país. Esta forma de ver la política exige responsabilidad, compromiso, esfuerzo, arrimar el hombro y generar confianza. Con esta forma de hacer política ganamos todos.

En los nuevos Pactos de la Moncloa deben estar presentes los partidos con representación en el Congreso junto a los gobiernos autonómicos, lo que nos permitirá calmar a los mercados, mostrar nuestra unidad como país y defender la pluralidad de nuestra tierra, puesto que España es diversidad pero, ante Europa eso no nos vale, ante Europa sólo haremos fuerza si somos uno.

La unidad es un concepto fundamental que no debemos pasar por alto, su valor es mayor que el de su primera acepción en el diccionario: “propiedad de lo que es uno”. España tiene la suerte de aunar también su segunda acepción “cada uno de los elementos diferenciables de un conjunto”. España, con sus Comunidades Autónomas, con el autonomismo remando en la misma dirección, es un país con un potencial incalculable.

Los grandes perjudicados, si no nos unimos y llevamos adelante estos Pactos de la Moncloa, serán el PP y PSOE, porque es al PP y al PSOE a los que van a pedirles cuentas los ciudadanos si España es intervenida. Porque no debemos olvidarnos que la razón de ser de los partidos y de la política son precisamente ellos, los ciudadanos. Por lo tanto, estamos ante un nuevo momento, como lo fue 1977, de demostrar no sólo que tenemos empaque como nación, sino de elevar el nivel de debate en nuestro país para que la política esté por delante de la economía, marcando el paso a los mercados, porque los mercados no pueden gobernar a las personas.

Siempre he creído en el diálogo, en el consenso, he llegado a grandes acuerdos con el PSOE cuando era líder de la oposición en Extremadura. Y ahora, como presidente del Gobierno de Extremadura, lo estoy haciendo con Izquierda Unida y, el día que quiera, el PSOE tendrá las puertas abiertas a ponernos de acuerdo en lo que creamos que es importante para nuestra tierra. Porque como he repetido una y mil veces, las personas y nuestro sentido de la responsabilidad para con el ciudadano tienen que estar por encima de las ideologías.

Debemos tomar la iniciativa como país y, si así lo hacemos, nadie la tomará por nosotros

La izquierda y la derecha se pueden y se deben entender en nuestro país. Los tiempos han cambiado y la política tiene que cambiar con los tiempos. La sociedad vigila nuestros movimientos y nos observa atentamente, y lo que están viendo no les convence, porque no están viendo lo que esperan, ven movimientos predecibles, cuando lo que quieren es ver que sus políticos, a los que han votado, se “arremangan” la camisa y se ponen a trabajar conjuntamente para ellos.

Por eso mismo, pido que dejemos a un lado las ideologías y los partidos, en beneficio de las ideas y de las personas, porque si como políticos queremos que se nos vea y se nos juzgue como a personas, para ello antes debemos actuar como personas. Estamos ante uno de los momentos más determinantes de la historia moderna de nuestro país y no podemos quedarnos sentados mirando.

Ahora lo que más nos debe preocupar es que España no sea intervenida, por el bien de nuestros ciudadanos, de nuestro propio país, de nuestras Comunidades Autónomas y de la Unión Europea. Ése tiene que ser nuestro gran objetivo para 2012, y por él debemos trabajar en la misma dirección sin retroceder un paso.

La firma de unos nuevos Pactos de la Moncloa entre el Gobierno de España y los gobiernos autonómicos servirá de plataforma de confianza ante Europa. Estos Pactos nos ayudarán a que se incremente la confianza en España, en nuestra marca país y en nuestra economía y a frenar, de una vez por todas, el empobrecimiento de imagen que estamos teniendo como nación.

Después de ganarle esta batalla a los mercados, podremos volver a nuestros combates internos. A la política doméstica, y yo el primero. Tengo mucho que decir y mucho que pedir para Extremadura durante 2012 y sobretodo 2013. Pero ahora debemos todos aguantar el tirón para que la política sea una verdadera solución y no un verdadero problema en España. Estoy convencido que Comunidades tan diversas como Andalucía y Catalunya sabrán, como ya hicieron en el pasado, centrarse más en lo que nos une que en lo que nos separa en beneficio de sus paisanos.

Entre todos, demos ejemplo de estabilidad y humildad a esta Europa desunida, de un país unido que es la España de las autonomías en el que, en los momentos importantes, pesa siempre más la responsabilidad que la ideología.

José Antonio Monago es presidente de la Junta de Extremadura.

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