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Clases de lectura con Murdoch

El presidente de News Corp emplea de la red social de Twitter para recomendar lecturas Tiende hacia los libros de autoayuda y religión y las biografías

Murdoch en la ceremonia de los Globos de Oro en Hollywood el pasado 15 de enero.
Murdoch en la ceremonia de los Globos de Oro en Hollywood el pasado 15 de enero.DANNY MOLOSHOK (REUTERS)

Twitter ofrece, en algunas ocasiones, una ventana a los gustos personales y las vidas privadas de personalidades que hasta hace sólo unos años vivían parapetadas en el búnker su fama, marcando una distancia que sólo los paparazzi se atrevían a salvar ocasionalmente. Esa red social permite ahora descubrir al Rupert Murdoch bibliófilo, un verdadero apasionado de la lectura que además recomienda en Internet sus adquisiciones más recientes.

“Estoy releyendo a Charles Murray. Profundo. ¿Puede Santorum liderar la regeneración y restauración moral del sueño Americano? ¡Tarea difícil!”, dijo el pasado 9 de febrero. Murray es un escritor conservador, afiliado al movimiento libertario (que preconiza la no intervención del Estado en asuntos privados) cuya obra más conocida es ‘The Bell Curve’ [en inglés, La Campana de Gauss], escrita junto a Richard J. Herrstein en 1994.

La idea seminal de ese libro es que la razón de la desigualdad social, y del creciente abismo entre ricos y pobres, es el coeficiente intelectual, y no las desventajas sociales o raciales. Esa tesis resultó enormemente polémica en Estados Unidos, ya que la población afroamericana registra mayores índices de pobreza que la de raza blanca, después de décadas de esclavitud, primero, y segregación, después.

A Murdoch le gustan los temas relacionados con la inteligencia y el éxito. Según escribió en Twitter el cinco de febrero: “Ahora empiezo el aclamado ‘The Genius in All of Us’ [El Genio en todos nosotros] de David Shenk. Es difícil de conciliar con todos estos tweets, incluidos los míos”. Se trata de un libro de autoayuda, publicado en 2010, en el que el autor da consejos sobre la mejora en el uso de la mente y la memoria, y hace especial incidencia en repetir las tareas más dificultosas para lograr dominarlas a la perfección.

Una lectura en consonancia con el ideario conservador de Murdoch es la que recomendó el pasado 31 de diciembre. “Acabo. De leer [sic] ‘The Rational Optimist’ [El Optimista racional]. Gran libro”. En él, el autor Matt Ridley defiende que son los mercados quienes han supuesto la mayor maquinaria de progreso humano en las pasadas décadas. El libro es una oda a la globalización, y a los beneficios de la creación destructiva del capitalismo. Asegura Ridley que la humanidad se encuentra donde está gracias a la especialización en la producción y a la innovación tecnológica. Son todos argumentos idóneos para un magnate como Murdoch, que preside uno de los mayores conglomerados mediáticos del mundo.

El 22 de enero, Murdoch recomendó ‘Religion for Atheists’ [Religión para ateos], un libro del que dijo: “Muy bien escrito, reflexivo, inquietante”. Escrito por Alain de Bottom, es un texto en el que se recomienda a aquellos que no creen en dios que no ignoren completamente las distintas religiones, sino que tomen de ellas aquellos elementos positivos que han ayudado a mejorar la sociedad, como la vertebración de comunidades o la subsanación de males como la envidia o los celos. Es, en realidad, un libro de autoayuda escrito sobre la base de las enseñanzas religiosas.

Por último, y en uno de sus primeros mensajes en la Red de Twitter, Murdoch admitió haber leído la biografía de Steve Jobs escrita por Walter Isaacson y publicada tras la muerte de éste. La calificó de “interesante pero injusta”. “La familia debe odiarla”, añadió. Muchas páginas se han escrito sobre Murdoch, sus tres esposas y las luchas fratricidas de sus hijos por el poder del imperio News Corp. Puede que se viera reflejado en Jobs, un visionario que, cómo él, estaba permanentemente expuesto a unos medios de los que huía incesantemente. Hay una diferencia, sin embargo. Jobs no tenía cuenta de Twitter.

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