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Muere el humorista sevillano Paco Gandía

Hiperbólico en sus chistes, alcanzó la fama en los años setenta con 'el de los garbanzos'

El humorista sevillano Francisco Gómez García, conocido como Paco Gandía, falleció la pasada madrugada en el Hospital Virgen Macarena de la capital hispalense a los 75 años a causa de un tumor pleural, por el que tuvo que ser hospitalizado en diversas ocasiones en los últimos meses. Gandía se hizo famoso a mediados de los años 70 por sus "casos verídicos" y por los chistes que contaba en un programa de televisión, siendo el más popular el de los garbanzos.

Fuentes sanitarias explicaron que el famoso humorista fue trasladado a ese centro hospitalario desde su domicilio en ambulancia, afectado por una asfixia, sobre las 02.00 horas. Durante el traslado, Paco Gandía entró en parada respiratoria y falleció. Francisco Gómez García padecía un tumor pulmonar, aunque había recibido el alta hace dos días tras ser intervenido y derivado a Oncología. Con todo, permanecía en silla de ruedas y el tumor estaba muy extendido, por lo que se consideraba ya inoperable.

Repeinado, trajeado de manera impecable e imperturbable a la hora de pisar el escenario y declamar con una mínima gestualidad en sus manos, Gandía basó su éxito en llevar a los escenarios un lenguaje popular y exacto a la hora de dibujar sus casos, escenas, personajes y situaciones, y adornarlas con frases del tipo "pasa más hambre que un monaguillo en Rusia".

"Más parado que un avión de mármol"

El hambre del niño de posguerra fue uno de los argumentos recurrentes de Paco Gandía, quien saltó a la fama con el chiste de los garbanzos, en el que un padre "más parado que un avión de mármol" gana un dinerillo y lo emplea en hartar a un hijo "que no había comido caliente desde que le dieron la teta al sol". El humorista adornaba este caso con que el niño, al más puro estilo del Carpanta del tebeo, comió caliente por última vez cuando "se cayó de boca en el brasero" y que la cuchara de madera del atracón le hacía "sobauras' en las orejas" cada vez que se la metía en la boca.

Sevillano de la Puerta Osario, condición de la que hacía gala al igual que de la de sevillista, Paco Gandía marcó un estilo de hacer humor en sus numerosas actuaciones en escenarios y en el cine, donde protagonizó películas como Se acabó el petróleo junto a Pepe Da Rosa, también fallecido, y Josele.

De costumbres sencillas, era habitual verlo a mediodía con su amigo tabernero Enrique Becerra y, cada vez que se le llamaba, en apoyo de numerosas causas benéficas. Gandía mantenía en la distancia corta la misma naturalidad que en el escenario, la que le hizo decirle a un amigo que si a su hijo le daba de comer "semillas de palmera", de tan crecidito que lo veía.

Sus hiperbólicas comparaciones están ya en el habla del pueblo que inspiró "casos verídicos" como el de la mujer refractaria a la limpieza que "hizo su casa redonda para no limpiar los rincones" o el que en su viaje de novios dejó a su mujer en el pueblo "porque ya conocía Madrid".

Paco Gandía, en una foto tomada en Sevilla el 13 de abril de 2004.
Paco Gandía, en una foto tomada en Sevilla el 13 de abril de 2004.EFE

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