El Tesoro eleva por primera vez desde 2012 sus emisiones por las pensiones
Las emisiones netas de este año suben en 10.000 millones hasta los 45.000 millones para financiar el préstamo a la Seguridad Social
El Tesoro ha tenido que modificar su estrategia y elevar en 10.000 millones sus emisiones netas previstas para este año hasta los 45.000 millones, según consta en su presentación a los inversores. La razón estriba en el préstamo de 10.192 millones recogido en los Presupuestos de 2017 para sufragar las pensiones. Aunque este crédito no engordará más la deuda, sí que cambia el modo de financiar el déficit: en lugar de vender activos del Fondo de Reserva, se aprovecha que el BCE compra deuda para financiarse en los mercados. Por primera vez desde 2012, la emisión tendrá que aumentar, superando los 35.000 millones de 2016.
Desde que Luis de Guindos encabeza el Ministerio de Economía, el Tesoro ha conseguido ir rebajando todos los años sus emisiones netas desde los 96.600 millones que se tuvieron que captar en 2012 hasta los 35.000 millones que se recabaron el año pasado. En 2017 la idea era apuntar una petición igual para contar con un margen suficiente y acabar el año incluso por debajo. De esta forma, se trasladaba al mercado la señal de que las necesidades de financiación y, por lo tanto, el déficit se iban reduciendo. Pero el agotamiento del Fondo de Reserva de la Seguridad Social ha dado al traste con esta evolución positiva.
Conforme se va extinguiendo la hucha de las pensiones, surge el debate en el Gobierno sobre cómo financiar el desequilibrio del sistema público de previsión. La Seguridad Social siempre recuerda que las pensiones están garantizadas por todos los ingresos del Estado y que tan solo hace falta financiar las pagas extra, ya que los ingresos mensuales de las cotizaciones bastan para pagar la nómina mensual de las prestaciones. Aun así, se precisan unos 16.000 millones para financiar el agujero previsto este año, ligeramente por encima de los 15.148 millones que quedan en el Fondo de Reserva a cierre de marzo de 2017. En tan solo cinco años se han extraído 67.337 millones de la hucha de las pensiones. Y si se financiase todo el déficit de este año con el Fondo de Reserva, eso significaría que este desaparecería, un mal titular en el debe de este Gobierno.
La división estalló enseguida. Guindos defendió que era importante no dar la señal de que se aumentaba la apelación al mercado y abogó por agotar el Fondo. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la titular de Empleo, Fátima Báñez, alegaron que era mejor ahorrarse el revuelo que causaría y aprovechar los bajos tipos del BCE para emitir de más. “Tiene sentido sobreemitir cuando el BCE sigue comprando deuda pública”, explica Salvador Jiménez, analista de AFI.
Una vez más, Mariano Rajoy ha sido salomónico. El presidente optó por una solución intermedia con el préstamo de 10.192 millones anunciado en los Presupuestos. Ese préstamo es insuficiente para cubrir todas las necesidades del año. Así que una parte se financiará con el Fondo de Reserva y otra con las emisiones del Tesoro. Según fuentes cercanas al Gobierno, Rajoy ha decidido que no quiere ser el presidente que termine con la hucha de las pensiones.
Por otra parte, se ha vuelto a suspender en Presupuestos el tope máximo que se puede retirar del Fondo por valor del 3% de lo presupuestado en prestaciones contributivas, esto es, 3.683 millones. Es decir, se podrá disponer de los 6.000 millones que faltan para sumar los 16.000 millones.
Diversas fuentes gubernamentales recuerdan que en los noventa ya se tuvo que recurrir durante ocho años a mecanismos de financiación ajenos al sistema de pensiones y que este solo recuperó su independencia financiera con la creación de empleo. Además, insisten en que este préstamo no aumenta el endeudamiento. “Tan solo se ha cambiado la forma de financiar el déficit. En lugar de financiarlo vendiendo activos del Fondo, ahora lo financiaremos acudiendo al mercado”, explican.
En estas circunstancias, el Tesoro tendrá que elevar sus emisiones para cubrir los 10.000 millones de más. A fecha de hoy, ha ejecutado el 35,5% de sus necesidades de emisión brutas a medio y largo plazo con 47.228 millones conseguidos frente a los 130.000 millones que planea pedir. En 2016, a estas alturas se había cubierto el 36,7% del programa tras recabar 44.168 millones sobre unas necesidades brutas de 120.000 millones.
La rentabilidad de la hucha
Hay un argumento a favor de que el Fondo de Reserva se agote: el año pasado la hucha de las pensiones compró deuda española con un tipo de interés medio negativo del -0,236%. Esto implica que se está comprando muy caro y, para colmo, pagando por ello. O lo que es lo mismo, los títulos adquiridos en 2016 ya generan pérdidas y podrían ocasionar todavía más si los tipos empiezan a subir y los precios de estos activos caen.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.