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La Bolsa pierde otro 2,2% por el temor al Brexit y la inestabilidad

Los parqués europeos y asiáticos prolongan el batacazo del viernes con caídas generalizadas

Javier Salvatierra
Parqué de la Bolsa de Madrid.
Parqué de la Bolsa de Madrid.EFE

El Ibex 35 ha comenzado la semana en la misma senda a la baja con la que concluyó la semana pasada y se ha apuntado al cierre una caída del 2,2%, hasta los 8.303,8 puntos, de nuevo con el temor al Brexit en el ánimo de los inversores. El resto de las Bolsas europeas también han cerrado en rojo, con caídas que van desde el 1,16% de Londres al 2,91% de Milán. París ha caído un 1,85% y Fráncfort, un 1,8%. Ya de madrugada las Bolsas asiáticas adelantaban la tendencia con fuertes bajadas, heredando el batacazo del viernes en Europa y Wall Street, que no sufrieron por estar ya cerradas.

Entre las causas de las caídas, los analistas vuelven a señalar el temor al Brexit (las encuestas siguen dando crecientes posibilidades a la victoria del portazo a la UE en el referéndum del día 23), algo que en las últimas sesiones nota la libra, que se cotizaba ayer a 1,42 dólares, frente a los 1,45 de mitad de la semana pasada. Los inversores descartan casi totalmente que la Reserva Federal estadounidense, que se reúne a partir del miércoles, vaya a decidir una subida de los tipos de interés. Además, los parqués estadounidenses han abierto la semana también con caídas, si bien más leves que las europeas, después del atentado de Orlando, cuya autoría asumió el grupo terrorista Estado Islámico.

No obstante, la "incertidumbre y el nerviosismo" que genera la posibilidad del Brexit es lo que está pesando más en las decisiones de los inversores, que se refugian en valores como el yen o el bono alemán, en opinión de Natalia Aguirre, de Renta 4. "Los inversores están en un momento de aversión al riesgo y toman posiciones en valores refugio, como el bono alemán, que está en niveles de rentabilidad mínimos, o el yen, que sube frente al euro". Aguirre señala que las encuestas sobre el Brexit están "superajustadas", pero destaca la crecida de la opción del leave (abandonar la UE) en los últimos días. "Eso genera incertidumbre y nerviosismo", por lo que hay una cierta huida de la renta variable o un "cambio de carteras para hacerlas más defensivas". Aguirre resta importancia a la inestabilidad política en España a pocos días de las elecciones o a la reunión de la Reserva Federal este miércoles: "después del dato de empleo de hace unas semanas, no es probable que suba los tipos", asegura.

De la misma opinión es Ignacio Cantos, de ATL Capital, que da por descartada la subida de tipos en EE UU -"no les aprieta la inflación y no van a tomar una medida como esa a pocos días del referéndum en Reino Unido"- y apunta de nuevo al "nerviosismo" originado por el Brexit como explicación a las caídas, tanto de hoy como del viernes. El analista apunta la similitud de estos días previos al referéndum de Reino Unido con los vividos los días anteriores a la consulta por la independencia de Escocia" en septiembre de 2014. "Las encuestas daban muy favorito al no a la independencia al principio, luego se ajustaron y finalmente ganó holgadamente el no. Creo que ahora es similar". Y augura: "Hasta el día del referéndum no estaremos tranquilos, habrá volatilidad. Después, sin grandes noticias macroeconómicas a la vista, el mercado se recuperará, pero será después".

Caídas en Asia

Los mercados asiáticos han cerrado su sesión del lunes con fuertes caídas, continuando la tendencia del viernes en Europa. Así, Tokio ha perdido un 3,51%; el Hang Seng de Hong Kong, un 2,69%, y el de Shanghái un 2,72%. Y eso con un buen dato macroeconómico chino, no muy frecuentes últimamente, con un aumento del 6% interanual de la producción industrial. Aun así, las señales de la ralentización china siguen preocupando a los inversores. "Los datos económicos de mayo no tienen muy buen aspecto, pero el mercado especula con que aun así no es probable que el Gobierno vaya a rebajar las tasas de interés, dada la reciente presión de la depreciación del yuan", señala a Bloomberg Ken Chen, analista de GI Securieties en Shanghái. "El mercado no recibe ningún tipo de apoyo, ya sea en términos fundamentales o de liquidez", justifica.

En el mercado de materias primas, el barril de petróleo brent, de referencia en Europa, se cambiaba a final de la sesión bursátil a 50,3 dólares, mientras que el euro se cambiaba en 1,128 dólares. El oro, valor refugio tradicional en momentos de inestabilidad, se apunta subidas del 0,8% al cierre de la sesión, tras tres jornadas de alzas.

En la Bolsa española, dentro del Ibex, todos los valores han terminado en negativo. Sacyr se ha convertido en el peor valor de la jornada al desplomarse un 6,74%, seguido de Banco Popular (-4,22%) y ArcelorMittal (-3,82%). BBVA, con una caída del 3,5%, y Santander (-3,49%) han completado los cinco primeros puestos del ranking de pérdidas.

El Ibex, de arriba a abajo

El perfil del Ibex 35 de lo que va de año se parece mucho a una etapa reina de una gran vuelta ciclista, de esas en las que hay que subir y bajar varios puertos de primera categoría o especial. Solo que el del Ibex no tiene, por el momento, final en alto. El selectivo español acumula una caída de cerca de 1.000 puntos en 2016, superior al 11%. Por el camino, ha experimentado profundas caídas seguidas de pronunciadas alzas que hacían pensar en una sólida recuperación, pero que se veía al poco desmentida por nuevos hundimientos. En resumen, no es solo que el índice pierda un 11% en lo que va de año, es que ha acumulado y enjugado ese porcentaje varias veces.

El Ibex comenzó el año el 4 de enero con un batacazo del 2,4%, el peor arranque de año en dos décadas, cerrando en los 9.313 puntos. Las turbulencias en las Bolsas chinas, con muchas dudas sobre el comportamiento económico del país, arrastraron al resto de las Bolsas europeas. En la primera semana, el Ibex ya había caído un 7%. En dos semanas, había perdido más de 1.000 puntos: el 20 de enero cerró en 8.281 puntos, tras otra jornada negra, con caídas de hasta el 5% alimentadas por la incertidumbre de la evolución económica mundial y el petróleo cayendo a plomo –marcó mínimo anual el 20 de enero en 27,8 dólares el barril. A partir de aquí, calmadas un tanto las turbulencias chinas, la Bolsa retomó la senda alcista y en pocos días, el 29 de enero, se situaba ya en 8.815 puntos.

Era un espejismo. Probablemente pesó en el Ibex la inestabilidad política, con los partidos incapaces de lograr un acuerdo de investidura, además de las modestas previsiones sobre la economía mundial o el precio del petróleo. El 11 de febrero, el Ibex cerraba en su mínimo anual: 7.746 puntos, tras otra sesión para olvidar. Esta vez, la caída del 4,88% se atribuyó a la mala salud de los bancos europeos. Y pronto se olvidó, pues en apenas 11 días, el 22 de febrero, el índice había recuperado casi 700 puntos. Esta senda alcista llevó a que a mediados de marzo el Ibex hubiese recuperado casi todo lo perdido, cerrando el día 14 en 9.142 puntos. El petróleo subía y las dudas mundiales parecían menos.

Las buenas noticias, de nuevo, no duraron. España se acercaba peligrosamente al límite legal para formar un Gobierno –el pacto entre PSOE y Ciudadanos no sumaba suficiente- o verse abocada de nuevo a elecciones, como ocurrió. Brasil entraba en una gran crisis política que acabó por llevarse por delante a Dilma Rousseff y Bruselas era escenario de otro atentado yihadista que ponía en alerta a toda Europa. Así, el 7 de abril el Ibex andaba por los 8.300 puntos. La escalada subsiguiente sí parecía definitiva, tanto como para que el 27 de abril el Ibex alcanzase el máximo anual, 9.332 puntos. Tampoco: apenas una semana después había perdido fuelle hasta cerrar en 8.654 puntos el 4 de mayo. El 25 de ese mes fue el último canto de cisne del índice (9.125 puntos). Desde entonces, las ventas se imponen. El penúltimo batacazo fue el pasado viernes, con una caída del 3,18%, atribuida al miedo a que la salida de Reino Unido de la UE termine por materializarse -las encuestas ponen por delante la opción del leave-. Pero ha sido solo el penúltimo.

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