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BBVA y Mapfre se apuntan una nueva devaluación en Venezuela

Las dos firmas contabilizan un cambio de más de 400 bolívares por cada dólar

Miguel Jiménez

La devaluación del bolívar venezolano sigue golpeando las cuentas de las empresas españolas. La pérdida de valor de la moneda es tan evidente que algunas empresas ya no se conforman con aplicar el más débil de los diferentes tipos de cambio oficiales que aplica el país. BBVA y Mapfre, que junto con Telefónica y Repsol son dos de los principales inversores españoles en el país, acaban de desvelar que han aplicado en sus cuentas de cierre de 2015 un tipo de cambio intermedio entre el oficial y el del mercado negro.

Venezuela tiene un caótico sistema cambiario único en el mundo. El tipo de cambio oficial sigue teóricamente fijado en 6,3 bolívares por dólar, pero en el mercado negro, según la referencia de dolartoday.com, el cambio es de 1.026 bolívares por dólar, un 99,4% menos. Entre ambas paridades hay otros dos tipos de cambio, el llamado Sicad (de sistema complementario de administración de divisas), a 13,5 bolívares por dólar, y el Simadi (sistema marginal de divisas), a unos 200 bolívares por dólar.

Las empresas españolas fueron adoptando progresivamente el Simadi, que se presentó como un sistema que iba a depender de la oferta y la demanda, más cercano a un tipo de mercado. Pero lo cierto es que se quedó prácticamente congelado, que ni empresas ni particulares pueden obtener apenas dólares ni repatriar a ese tipo de cambio y que enseguida se ha convertido en una ficción.

La imagen fiel

Por ello, los gestores de BBVA y Mapfre, con el visto bueno de sus auditores, han considerado necesario aplicar otro tipo de cambio más débil. "Los administradores del grupo consideran que el uso del tipo de cambio Simadi para la conversión de los bolívares a euros en la elaboración de los estados financieros consolidados no refleja la imagen fiel de los estados financieros consolidados del grupo y de la situación financiera de las entidades del grupo en Venezuela", señala el BBVA en su memoria de 2015.

"La práctica ha demostrado la existencia de una falta de conexión entre el Simadi y la inflación real de país, lo que ha dado lugar a que en la mencionada economía hiperinflacionaria la moneda haya ido perdiendo valor, con un tipo de cambio que no fluctúa libremente y consecuentemente no refleja dicha pérdida real de valor, por lo que su aplicación no refleja de forma adecuada la situación financiera y patrimonial de las filiales venezolanas", explica Mapfre en su informe anual.

El impacto económico

Las dos entidades han procedido a ajustar por la inflación el tipo de cambio del Simadi. Mapfre ha tomado como estimación de inflación el 190% calculado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para Venezuela en 2015 y lo ha aplicado sobre el tipo de cambio de 176,6 bolívares por dólar con que apareció el Simadi en febrero del año pasado, de modo que ha aplicado un cambio de 425,8 bolívares por cada dólar. BBVA ha usado una estimación de inflación de su servicio de estudios (el 170%) y ha estimado un tipo de cambio de 469 bolívares por euro (unos 430 bolívares por dólar).

La aplicación de esa nueva devaluación ha tenido impacto en las cuentas de ambos grupos. En el caso del BBVA, el impacto es de 122 millones de euros de patrimonio neto atribuido al grupo, de 82 millones en el beneficio antes de impuestos y de solo 2 millones en el beneficio neto.

En cuanto a Mapfre, la reducción por aplicar ese tipo de cambio no oficial es de 45,24 millones en el patrimonio neto y de 10,12 millones en el resultado consolidado atribuible. Como consecuencia de la constante pérdida de valor del bolívar, los ingresos de Mapfre en Venezuela expresados en euros se han desplomado un 92,7%, desde los 1.064 millones de 2014 hasta los 78,11 millones del año pasado.

A la espera de Telefónica

Entre las compañías cotizadas con una relevante presencia en Venezuela que aún no han presentado sus cuentas están Telefónica, Repsol y Meliá. Para Repsol, la pérdida de valor del bolívar tiene menos relevancia porque la moneda funcional en el sector del petróleo es el dólar, aunque habrá que ver cuál es el impacto contable.

Telefónica y Meliá ya vienen utilizando el Simadi, pero si ahora aplican un tipo de cambio similar al que han usado BBVA y Mapfre, y que los auditores han avalado, tendrán que efectuar un nuevo ajuste en sus cuentas. El más relevante correspondería a Telefónica, que ya acumula un impacto en sus cuentas de aproximadamente 8.000 millones por las sucesivas devaluaciones. En junio, cuando empezó a aplicar el cambio Simadi, el patrimonio del grupo se redujo en 399 millones, la posición de caja disminuyó en 338 millones y el resultado, en 364 millones.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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