La luz subirá un mínimo del 3% en enero
Los usuarios que consuman más sufrirán un recargo adicional de hasta el 8% La tarifa se encarecerá después de que el Gobierno decidiese congelar su parte del recibo
La luz subirá un mínimo del 3% en enero. Incluyendo el efecto del aumento del IVA en septiembre, se trata de la cuarta subida consecutiva en menos de un año de este servicio esencial, cuyas tarifas se revisan cada trimestre. La explicación oficial de este nuevo aumento se debe a la subasta que tuvo lugar ayer entre la compañías eléctricas y que se cerró con subidas del 6%. El recibo de la luz que pagan 20 millones de consumidores (fundamentalmente hogares y pequeños negocios, acogidos a la denominada Tarifa de Último Recurso (TUR), depende en un 50% de esta subasta. El otro 50% es fijado directamente por el Gobierno y corresponde a los peajes, o costes regulados, entre los que figuran las retribuciones al transporte, la distribución, las primas al régimen especial y otras partidas.
El Gobierno, tal y como anunciara su ministro de Industria, José Manuel Soria, ha decidido congelar en enero su parte del recibo, pero se lava las manos en el resto. Además, a partir de comienzos de 2013 los usuarios con potencias contratadas entre 3 y 10 kilovatios –la mayoría de los hogares- y que sobrepasen en más de un 10% el consumo medio deberán hacer frente a recargos que podrían encarecer su recibo entre el 1 y el 8 %.
El Ejecutivo minimiza el impacto de este nuevo recargo, pero las asociaciones de consumidores han advertido que el recibo de un consumidor tipo subirá en torno a un 3% adicional. Es decir, que el incremento medio, según estos cálculos, podría ser del 6% para comenzar el año.
Las subidas de la luz se han encadenado una tras otra. El Gobierno del PP, días después de ocupar La Moncloa, decidió la congelación de las tarifas en enero del pasado año, pero las compañías denunciaron el acuerdo y el Tribunal Supremo les dio la razón. La consecuencia fue un tarifazo del 7%, que comenzó a aplicarse el 1 de abril pasado. El 1 de julio volvió a subir la TUR un 3,95%. El 1 de octubre, las tarifas bajaron oficialmente un 2,29% pero se trató de una rebaja ficticia para el consumidor. Y es que desde el 1 de septiembre, se le cargaba el aumento del IVA del 18% al 21%. Es decir, que en octubre bajó el precio de la luz pero subió el recibo.
El argumento recurrente que utilizan las eléctricas para explicar estos continuos aumentos –desde 2006 la luz ha subido siempre muy por encima de la inflación- es el llamado déficit de tarifa. Es decir, que las compañías gastan más en producir la luz que lo que cobran por ella. Los sucesivos gobiernos han admitido siempre ese déficit, que actualmente está cifrado en 24.000 millones de euros.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy quiere poner fin a ese déficit, que en 2012 puede elevarse a 3.452 millones, el doble del límite legal fijado en 1.500 millones, y ha impulsado varios cambios regulatorios a tal fin. El último consiste en la creación de siete impuestos energéticos, entre los que destacan una tasa del 7 % sobre la generación y gravámenes sobre residuos nucleares, el uso del gas para la producción de electricidad o el gas natural, entre otros. Ningún grupo salvo el PP votó a favor del proyecto en el Congreso. Y las compañías eléctricas también se han opuesto a las medidas.
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