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Los verificadores reclaman a los etarras que dejen de llevar armas

El grupo de mediación cree que ETA quiere el desarme y pide gestos a Rajoy

Luis R. Aizpeolea

La Comisión de Verificación Internacional del cese definitivo de ETA ha reclamado a la banda terrorista que sus miembros dejen de llevar armas personales porque "puede dar lugar a situaciones potencialmente peligrosas". Esta reclamación a la banda la ha hecho, tras la detención hace dos semanas de un comando armado de ETA que dio pie a que el Gobierno del PP cuestionara la validez de su cese definitivo. ETA, según manifestó ayer a EL PAÍS el miembro del comité Ram Manikkalingam, se ha comprometido a responder a esa demanda y ha corroborado su compromiso tanto con el alto el fuego de enero de 2011 como con el cese definitivo de su actividad armada el 20 de octubre del mismo año.

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La comisión asegura, en un informe que acaba de hacer público, que han cesado los asesinatos, atentados, agresiones, amenazas y extorsiones. La única actividad que mantiene ETA en este momento es, según Manikkalingam, el traslado de armas y explosivos a lugares seguros. Y, en la medida que es una organización clandestina y armada "sigue cometiendo actos ilegales como la falsificación de documentos y el mantenimiento de arsenales". Pero la comisión valora que, a pesar de que estos actos son "ilegales", "no están necesariamente relacionados con la preparación de actos violentos".

La Comisión de Verificación Internacional ha visitado el País Vasco por segunda vez desde septiembre del pasado año, en que se constituyó, y ha contrastado la información procedente de ETA con la que le han ofrecido todos los partidos, a excepción del PP, que se ha negado a entrevistarse ella; con todos los sindicatos vascos; la patronal vasca; la Iglesia y autoridades del País Vasco.

La conclusión del Comité de Verificación es, además de que ETA ha confirmado el alto el fuego definitivo, que los recientes "incidentes aislados de desórdenes de tipo kale borroka" en el barrio bilbaíno de Rekalde, rechazados por todos los partidos, inclusive la izquierda abertzale, "no están relacionados directamente con el alto el fuego".

También el comité "toma nota de cuestaciones realizadas a favor de los familiares de los presos" estas Navidades, que la derecha mediática radical identificaba con la extorsión. El comité, de común acuerdo con los partidos e instituciones, reclama a todos que actúen de "forma comedida y responsable", esto es, a la izquierda abertzale para que desaparezca cualquier asomo de amenaza y a los sectores más conservadores para que no exageren y conviertan en extorsión lo que no es.

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El Comité mantendrá su actividad de verificación del cese definitivo de ETA hasta tener constancia de que no hay sombras de duda, según se desprende de las conversaciones que ha mantenido con las delegaciones de los partidos, entre ellos, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, José Antonio Pastor, que ha representado al PSE.

Una vez superada la etapa de verificación, este comité u otro dará paso a la fase desarme de ETA. El Comité de Verificación Internacional recuerda la pretensión de ETA de proceder a su desarme, según adelantó la propia banda en una entrevista concedida el pasado noviembre.

Sin embargo, ETA no dará pasos para desarmarse hasta que compruebe gestos de distensión en el nuevo Gobierno del PP, señalan fuentes de los participantes en la reunión con el comité, algo que no ha sucedido. Tras el cese definitivo de ETA del 20 de octubre, el Gobierno socialista sí realizó algunos gestos discretos como la excarcelación de algunos presos de ETA gravemente enfermos así como algunos acercamientos de reclusos a cárceles próximas del País Vasco.

Representantes de los partidos reunidos ayer con el Comié de Verificación Internacional le han pedido tiempo para que, por un lado, ETA dé muestras más inequívocas de que el cese de la violencia es definitivo. Y, por otro, el Gobierno del PP disponga de margen para poder virar su discurso de dureza en la oposición a otro más flexible en el Gobierno.

De izquierda a derecha, Ronnie Kasrils, Chris Maccabe, Fleur Ravensbergen y Ram Manikkalingam, reunidos en Bilbao en septiembre de 2011.
 (efe)
De izquierda a derecha, Ronnie Kasrils, Chris Maccabe, Fleur Ravensbergen y Ram Manikkalingam, reunidos en Bilbao en septiembre de 2011. (efe)MIGUEL TOÑA

Quiénes son

- Ronnie Kasrils (Sudáfrica): político retirado, participó activamente como líder en la lucha contra el apartheid.

- Ray Kendall (Reino Unido): ex secretario general de Interpol, ha formado parte del Grupo Internacional de Contacto que lidera el abogado y mediador en los conflictos irlandés y sudafricano Brian Currin.

- Chris Maccabe (Reino Unido): participó en las negociaciones del Acuerdo del Viernes Santo como director político de la Oficina de Irlanda del Norte del Gobierno del Reino Unido.

- Ram Manikkalingam (Sri Lanka): profesor de la Universidad de Ámsterdam y director del Dialogue Advisory Group.

- Satish Nambiar (India): ex jefe adjunto del Estado Mayor del Ejército de la India, ha formado parte del grupo del secretario general de Naciones Unidas sobre las amenazas, los desafíos y el cambio.

- Fleur Ravensbergen (Países Bajos): directora de programas del Dialogue Advisory Group, ejerce de coordinadora del grupo.

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