La oportuna desfachatez de Callejón
Mourinho emplea al canterano, con un gol cada 62 minutos, ante las suplencias de Özil y Kaká
Los entrenadores de la ya desaparecida Ciudad Deportiva de la Castellana se regocijaban ante el espíritu desenvuelto de los hermanos Juanmi y José Callejón. "Esos van a llegar porque son unos atrevidos, unos caraduras", decían. "¡Unos cancheros!". Los gemelos se habían criado en las callejuelas de Motril, en la costa mediterránea andaluza, al aire de la misma cornisa que alimentó el genio desfachatado del mítico Juanito. Con 24 años, Juanmi acabó en el Hércules mientras José regresó al Madrid después de un periplo espanyolista. A José ya se le puede considerar un caso extraño. Primero, porque está gozando de minutos en un equipo inhóspito para los que se formaron en su cantera. Segundo, porque José Mourinho, su técnico, le ha dedicado unos elogios que no suele brindar ni a sus futbolistas más queridos. Esta noche será el ocupante de la banda derecha del Madrid para afrontar el primer obstáculo serio en el camino de la defensa de la Copa del Rey, en la ida de los octavos (22.00, Canal+).
"Siempre juega a tope y por eso tiene más posibilidades", dice el entrenador del Madrid
La participación de Callejón es menos dudosa que la de Özil o Kaká, dos internacionales que suman participaciones en Mundiales y reconocimiento. Mourinho articuló una defensa del jugador que le sirvió al mismo tiempo para lanzar una advertencia en dos sentidos: por un lado, a los jugadores del Castilla que aspiran a dar el salto al primer equipo; por otro, a todos aquellos que se han visto relegados en los últimos tiempos, como Higuaín, Özil y, especialmente, Kaká.
"Callejón ha tenido un par de años fuera del Madrid y debe de haber sentido lo que es estar aquí y lo que es estar fuera de aquí", declaró Mourinho señalando a los canteranos ambiciosos; "quizás sabe valorar mejor que otros lo que es salir de un club como el Madrid y a lo mejor es un chico que valora cada minuto que está en el campo. Ha estado aquí, ha salido y ha regresado. No me parece que quiera irse otra vez. Mi sensación es que se quiere quedar el mayor tiempo posible".
Al hilo de su discurso laudatorio, el portugués lanzó su segunda andanada: "Para algunos jugadores, salir al banquillo y jugar 10 minutos es un problema. Para él, salir 10 minutos es fantástico. Para él, cada minuto es importante. Lo hace siempre a tope y por eso tiene más posibilidades de jugar como titular. Se lo está ganando con tranquilidad y humildad. Respeta a la gente y los compañeros le respetan y quieren porque saben que pueden confiar en él, ya que, cuando sale, siempre está a tope. Me gusta mucho. Me gusta mucho su mentalidad y creo que es un jugador para la plantilla del Madrid sin ninguna duda". Ninguno de sus jugadores disfrutó de palabras más dulces por parte de su jefe.
En el vestuario interpretan que Mourinho emplea a Callejón para desdramatizar la suplencia de pesos pesados como Kaká y Özil ante la inminencia de los clásicos -Madrid y Barça se cruzarán en cuartos si superan sus duelos de octavos-. Los jugadores piensan que el técnico prepara el trivote y que, frente al Barça, si las cosas siguen igual, no jugarán ni Callejón, ni Kaká ni Özil. "Callejón", tercia un futbolista, "es el Granero del año pasado".
Granero anda buscando club en estos días. Mientras tanto, Callejón se aferra con fuerza a los minutos que le conceden. Su defensa son sus goles. No hay otro jugador en Europa con semejante promedio por tiempo jugado. En la Liga ha marcado dos goles en 182 minutos; en la Copa, tres en 184, y en la Champions, cuatro en 196. En total, nueve dianas en 562 minutos: una cada 62 y medio. Cuando llegó al Madrid, el verano pasado, Callejón no dudó en ponerse el dorsal 21, entonces perteneciente a Pedro León, compañero sin la confianza de Mourinho. Su oportunismo ha sido implacable. Dentro de la cancha y fuera de ella. Desde su época de juvenil ha hecho de la desfachatez una sorprendente carrera.
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