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Reportaje:

Esto, ¿huele a CuldeSac?

Van a cumplir 10 años como espacio creativo y entre sus trabajos hay proyectos para H&M, Aston Martin, Swarovski o Vodafone

Alberto Martínez y Pepe García andaban buscando un local para instalar su estudio cuando acabaron en una calle sin salida. Aunque no dieron con el local deseado, sí con el nombre: "¡Se llamará Cul de Sac!, callejón sin salida". Y a la vista de los resultados, el nombre ha acabado siendo su talismán y 10 años después, CuldeSac -sin espacios intermedios- es uno de los estudios vedette en este universo donde se cruzan proyectos para la marca de automóviles Aston Martin, performances con las pinturas Valentine o una puesta punto de los recordados Cuadernos Rubio.

Una trayectoria que a más de uno ha hecho arquear la ceja buscando los tres pies al gato y la existencia de alguna sombra poderosa. "Este tipo de comentarios se han hecho y, por desgracia, no hay ningún empresario capitalista", comenta sonriendo Xavi Sempere, uno de los integrantes del disco duro de la empresa.

"Nada nos ha caído del cielo, lo hemos tenido que trabajar"
"No tendremos un estilo a nivel estético, pero sí metodológico"

Un proyecto creativo que desde Valencia ha conseguido un ábrete sésamo de marcas como Swarovski, H&M o Tiffany and Co. "Nada nos ha caído del cielo", señala Pepe García, "todos los trabajos hemos tenido que ir a luchar por ellos". Aún así, más de uno anda buscando la "fórmula CuldeSac" como si se tratara del Santo Grial. "Nuestra fórmula", dice Xavi Sempere, "es que en el proyecto CuldeSac ha pesado más la cultura de las relaciones humanas sobre la cultura clásica empresarial".

En lo que eran unas antiguas naves de carpintería, una pareja de periquitos dan la bienvenida al cliente mientras un yorkshire a modo de mayordomo te conduce hasta el espacio de creación. Un estudio que aglutina a cerca de 40 personas repartidas entre diseño de producto, interiorismo, diseño corporativo y realización de eventos o experience, área donde han conseguido su mayor proyección mediática con unas mise en scène de un fuerte impacto visual. "Ahora más que nunca", comenta Alberto Martínez, "la gente necesita soñar".

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No tienen ningún complejo cuando se les reprocha una falta de estilo como marca de la casa. "Se nos suele acusar", señala Alberto, "de no tener un estilo, y puede ser cierto, no tendremos un estilo a nivel estético, pero sí metodológico". Su trabajo ha estado reconocido por algunas de las revistas y galardones más deseados en cualquier agenda de diseño.

Son conscientes de que las cosas tienen su ciclo, y de que a un momento de crecimiento, le sigue una etapa más relajada, pero de momento siguen trabajando en ese laboratorio de emociones -siempre al servicio de cliente- que es CuldeSac. Y haciéndose siempre la pregunta de rigor cuando el plato ya está casi a punto: "Esto ¿huele a CuldeSac?"

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