Paraguazo a un linier
La agresión, de un menor de edad, provoca la suspensión del duelo Granada-Mallorca (2-1)
La estupidez de un solo hombre es capaz de enterrar la ilusión de miles. En el minuto 61 del partido Granada-Mallorca (2-1), un espectador de la zona ultra del fondo sur del estadio de Los Cármenes lanzó un paraguas contra el linier Javier Aguilar Rodríguez. El objeto impactó violentamente sobre su rostro, que comenzó a sangrar con abundancia. Inmediatamente, el árbitro, Carlos Clos Gómez, ordenó la retirada de ambos equipos del terreno de juego y, tras un compás de espera, decidió suspender definitivamente el encuentro. "No tengo muchas palabras. No se puede juzgar a una ciudad o una afición por un desalmado que comete este error. Después de tantos años sin estar en Primera División, no podemos destruirnos así", dijo Fabri, el técnico del Granada, ciertamente consternado por el hecho, ante las cámaras de Canal+.
El responsable de la agresión fue identificado y detenido rápidamente gracias a la colaboración de los espectadores del estadio, que increparon al sujeto, y gracias también a las imágenes de los fotógrafos que desempeñaban su labor en la zona. Según declaró posteriormente el presidente del Granada, Quique Pina, es un menor de edad de origen magrebí que no es socio de la entidad y que pertenece a un centro de acogida. "Condenamos este hecho puntual que mancha a una ciudad y una afición", añadió Pina.
"Yo esperaba que el partido se suspendiera unos minutos una vez que se ha identificado a la persona", lamentó Fabri. Pero Clos Gómez entendió que, "por seguridad", era mejor dejarlo para otro día. "El árbitro nos dijo que el choque no se podía reanudar por la dignidad de una persona", afirmó Mikel Rico, el capitán del Granada.
Ahora será el Comité de Competición el encargado de dictaminar. El cierre del estadio se antoja casi asegurado y habrá que ver qué ocurre con los minutos que restan por jugarse. En el último precedente, en la temporada 2007-2008, un objeto alcanzó a Armando, portero del Athletic, en el estadio Benito Villamarín, del Betis. Curiosamente, Clos Gómez era también el colegiado y suspendió el encuentro. Entonces, los minutos que restaban no se jugaron y el resultado quedó fijado en el 1-2 que reflejaba el marcador.
La agresión de anoche llegó en medio de un huracán de emociones, provocadas por la celebración del gol de Carlos Martins, que culminaba la remontada del Granada. El jugador portugués es precisamente el protagonista de una sobrecogedora historia que se había hecho pública durante la semana, pues su hijo Gustavo, de tres años, necesita urgentemente un transplante de médula debido a que padece una aplasia. Víctor había adelantado al Mallorca y el lateral Siqueira conseguido el empate para el Granada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.