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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

De "probé una copa" a "no tomé alcohol"

Ortega Cano, imputado por homicidio involuntario, se contradice ante el juez

Javier Martín-Arroyo

"Simplemente probé una copa de cava que me ofrecieron. (...) Me limité a degustar la copa de cava, y si hubiera tomado más allá de mojarme los labios, lo diría. (...) No tomé nada de alcohol en todo el día. (...) En absoluto tomé alcohol antes de la conducción". El torero retirado José Ortega Cano ofreció ayer diferentes y contradictorias versiones en el Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla sobre si ingirió alcohol antes del accidente mortal que supuestamente provocó el pasado mayo, según refleja su declaración judicial. Ortega está imputado por homicidio involuntario y dos delitos contra la seguridad vial, por conducción temeraria e ingerir alcohol.

El análisis de sangre efectuado al diestro por el Instituto Nacional de Toxicología dio un resultado de 1,26 gramos de alcohol, cuando el límite máximo es de 0,5 gramos. "Me tomé menos de media copa de cava. (...) Es muy poca cantidad y no creo que me perjudique con el medicamento que tomo", insistió. Ortega Cano aclaró al juez que tiene recetados Sintrom, Trangorex y Seretide. El diestro asegura que circulaba a 80 o 90 kilómetros por hora cuando chocó contra el coche de otro conductor, que falleció en el siniestro, una velocidad que la Guardia Civil eleva a 125 kilómetros hora. "No iba lanzado", alegó ayer.

Según los agentes, el choque se produjo debido a una "invasión clara del carril contrario" por parte de Ortega Cano, lo que atribuye a una "distracción o desatención" causada, probablemente, por la influencia de la ingesta previa de bebidas alcohólicas.

Para explicar el accidente, relató: "Segundos antes del siniestro tuvo que ocurrirme algo, como un vahído o un mareo. (...) No me consta haber adelantado a dos vehículos traspasando la línea continua. (...) Tengo bastantes reflejos". El diestro adujo que el día del choque mortal atendió a unas 250 personas entre las 10.30 y las 17.00, y firmó unas 150 fotografías dedicadas, acciones que "no podía haber hecho en caso de haber tomado alcohol". Eso sí, el torero reconoció que adelantó a un vehículo detenido en un paso de peatones en Burguillos (Sevilla), pero a una velocidad "mínima".

Ortega Cano llegó a los juzgados sevillanos a las 9.45 en una silla de ruedas entre una nube de cámaras y fotógrafos. "Que sea lo que Dios quiera y las leyes dictaminen", dijo. Tras su declaración, recibió un beso de una desconocida en el descansillo del Juzgado 9. A la salida del edificio, el sabor se tornó agrio y el matador fue increpado con gritos de "asesino" y "matador de hombres" ante las cámaras de televisión. El próximo lunes declararán ante el juez dos testigos, entre ellos un conductor que asegura que el torero retirado le adelantó de manera prohibida con su vehículo en una zona con línea continua, un par de kilómetros antes del lugar del accidente mortal.

José Ortega Cano, ayer a la salida de los juzgados de Sevilla.
José Ortega Cano, ayer a la salida de los juzgados de Sevilla.ALEJANDRO RUESGA

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.
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