Zoido deroga el plan de tráfico del centro sin esperar al pleno

El PP ha decidido esquivar el debate en el pleno municipal sobre la eliminación de las restricciones de tráfico al centro de Sevilla. Antes, durante y después de la campaña electoral, el ahora alcalde, Juan Ignacio Zoido, aseguró que llevaría al primer pleno de su mandato la derogación del plan de tráfico que limita el acceso de vehículos privados al casco histórico, aprobado el pasado otoño por el gobierno de Alfredo Sánchez Monteseirín. Pero el plan llegará ya derogado al pleno, después de que el concejal de Movilidad, Demetrio Cabello, firmara ayer por delegación del alcalde una resolución que anula las restricciones.

La revocación entrará en vigor el día 29, el mismo día del pleno, pero la derogación ya no figurará como una propuesta de acuerdo para que se debata en el orden del día, sino que irá al pleno como una comunicación oficial del gobierno, lo que implica que los grupos políticos no podrán intervenir para dar su opinión y que la medida no se someterá a votación.

Una veintena de colectivos se movilizan contra la decisión municipal

El PSOE e IU critican la medida y la tachan de autoritaria

Fuentes del gobierno municipal argumentaron ayer que la resolución de alcaldía era la única fórmula posible para derogar el plan porque en su momento (el 13 de octubre de 2010) había sido activado de la misma forma. Ante las críticas de la oposición y de varias asociaciones ciudadanas, Zoido abundaba ayer por la tarde en la misma idea en su cuenta de Twitter: "La derogación del plan sí va al pleno, en comunicaciones oficiales, la única fórmula que establece el reglamento para activar o derogar una medida como ésta. El anterior gobierno aprobó en pleno la ordenanza, pero activó el plan mediante resolución".

La diferencia es que, antes de esa resolución del delegado de Movilidad de Monteseirín por la que se puso en marcha el plan, la medida había sido debatida y aprobada 10 días antes (el 24 de septiembre) por el pleno municipal. Aquel fue el pleno de la activación del plan de tráfico, como el de este viernes iba a ser el de la derogación. Y en aquel pleno, Zoido, entonces líder de la oposición, acabó saliendo a las puertas del Ayuntamiento con un megáfono para dirigirse a las alrededor de 200 personas que se concentraban ante la sede municipal para pedir que se frenara el plan. Por cierto, lo que iba a ser un baño de masas del entonces candidato popular, acabó en un tremendo abucheo por parte de muchos de los concentrados, que reivindicaban el carácter apolítico de su movilización.

Precisamente, la resolución de alcaldía de ayer llega en víspera de una concentración convocada para esta tarde por una veintena de colectivos ciudadanos para pedirle a Zoido que mantenga las limitaciones al tráfico en el centro. Habían previsto que su movilización sirviera para hacer recapacitar al alcalde, pero éste les ha desbaratado el plan. Con todo, varias de estas asociaciones difundieron ayer por la tarde notas y comunicados en los que anuncian que mantienen las movilizaciones para protestar por la decisión municipal.

Fuentes del gobierno sostienen que el asunto sí que podrá discutirse en el pleno porque el PSOE ha presentado una propuesta que propone el mantenimiento del plan con algunas mejoras. Es decir, si el tema se abre será porque la oposición lo ha pedido, pero no por voluntad del gobierno municipal. Aunque los socialistas no las tienen todas consigo y están analizando si jurídicamente sigue siendo posible el debate de la propuesta que habían presentado. En caso contrario, aseguran, elevarán una protesta formal a la Presidencia del pleno.

Fue el PSOE el que ayer levantó la liebre y difundió la resolución firmada por la mañana por el edil de Movilidad. El portavoz socialista, Juan Espadas, manifestó su indignación por la actitud de Zoido, al que acusa de utilizar "la puerta de atrás" para aprobar una decisión de calado. "Nos parece una falta de respeto a la oposición y a la ciudadanía", señaló. IU mostró también su "frustración" por "la manera vergonzante e imperativa" elegida por el gobierno para imponer la libre circulación de vehículos por el casco histórico.