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Reportaje:

Lo que 2016 deja en el aire

Proyectos culturales y varias infraestructuras pueden verse afectados por la no designación de Córdoba como Capital Cultural Europea

El miércoles, cuando Córdoba supo que no iba a ser Capital Europea de la Cultura en 2016, muchos responsables de la gestión cultural en Córdoba contuvieron la respiración. La noticia podía retrasar o dejar en el aire varios proyectos. Mucho se ha hecho en estos años en los que la ciudad ha luchado por obtener ese título. Se han creado nuevas dotaciones y se ha ampliado la programación artística. Pero aún quedan proyectos en cartera. Y su futuro dependía, en parte, de ganar la capitalidad, dada la fuerte crisis económica que sufre la comunidad, la ciudad y el Ayuntamiento.

En el apartado de infraestructuras, un proyecto pendiente destaca por encima de todos. Es el del antiguo Palacio del Sur, hoy rebautizado con el nombre más modesto de futuro Palacio de Congresos. Es cierto que el proyecto no estaba directamente vinculado a 2016, y de hecho, su origen se remonta a hace 10 años, como la propia idea de la capitalidad. Pero se esperaba que la designación de Córdoba supusiese el acicate definitivo para la ejecución de este edificio, diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas cuyo solar sigue vacío, aunque ya se han gastado unos 10 millones de euros en el proyecto. La infinidad de problemas por los que ha pasado, debido especialmente a que su presupuesto ronda los 70 millones de euros, lo han convertido en un problema enquistado en la ciudad.

El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, del PP, siempre se ha mostrado muy crítico con el proyecto cuando estaba en la oposición. Y en la campaña jugueteó con la idea de aparcarlo si el Gobierno y la Junta no lo apoyaban con más financiación. Una vez en la alcaldía, el discurso se ha suavizado, en parte por el miedo de la patronal y los hosteleros. Aunque Nieto insiste en pedir más dinero al estado y a la Junta, para lograr así un "reequilibrio financiero" del proyecto, ya que el grueso lo paga el Consistorio. El Ministerio de Industria ha prometido 9 millones de euros. Y la Junta 18 millones, a condición de que las obras comiencen antes de octubre.

En cuanto a la Junta, la Administración regional ha cumplido con sus proyectos estrella para Córdoba como el Museo de Medina Azahara y el centro de Recepción de Visitantes junto a la Mezquita, aunque la reforma del eje del río Guadalquivir está pendiente de terminarse. Las obras del Centro de Creación Contemporáneo C4, destinado a las artes audiovisuales, avanzan a buen ritmo; aunque sigue pendiente el saber cómo se dotará.

Otros ejemplos de infraestructuras que esperan -y todo apunta a que seguirán esperando en el cajón-, son el futuro museo de Bellas Artes y la Biblioteca de los Jardines de la Agricultura, ambos dependientes del Ministerio de Cultura. En el primero, el Ayuntamiento espera la expropiación de terrenos; mientras que para la biblioteca el solar está reservado. "Vamos a estar atentos a lo que ocurra. El hecho de no lograr el objetivo de 2016 no puede ser excusa de no avanzar", señala el concejal de Cultural, Juan Miguel Moreno Calderón. "Todo se verá en los presupuestos", dice. El Ministerio de Cultura también tiene pendiente reformar el Palacio de Jerónimo Páez, sede del museo Arqueológico, después de inaugurar una moderna ampliación.

El Ayuntamiento tiene sus propias asignaturas pendientes. Como acondicionar una amplia sala de las Caballerizas Reales, con un enorme potencial para exposiciones. Pero las arcas están vacías y Moreno Calderón reconoce que solo "en una situación socioeconómica que no sea la de ahora, se podría acometer". La tarea parece lejana, más aun cuando el Consistorio debe dar sentido a infraestructuras ya terminadas aunque todavía sin uso claro. "Tenemos que arrancar el Centro de Estudios del Flamenco, la Casa Góngora y echar a andar el remodelado Teatro Góngora. Y todo ello, sin aumentar el presupuesto", zanja el edil.

Un derrota de difícil digestión

Córdoba se quedó sin adjetivos el 28 de junio, cuando se despertó creyéndose favorita para ser Capital Europea de la Cultura y se acostó con la tristeza de no haberlo obtenido. La pena se tornó indignación de inmediato. En la ciudad se ha interpretado en clave política la designación de San Sebastián. Y el Ayuntamiento pide explicaciones al Ministerio de Cultura y a Bruselas. Una iniciativa ciudadana, además, pide impugnar el resultado.

El concejal de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, más allá de la polémica política, insiste en que Córdoba no debe cejar en su empeño de hacer de la cultura "una política de Estado municipal". Porque la Córdoba que se acostó el día 28 de junio no es, ni por asomo, la misma que hace 10 años decidió embarcarse en la aventura de intentar ser capital cultural. Y así se han empeñado en recordarlo tanto el alcalde, José Antonio Nieto, del PP, como el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, del PSOE. Parece que los partidos quieren seguir manteniendo la unidad alcanzada con el objetivo de la capitalidad para potenciar la cultura.

"El hecho de que esta área sea uno de los centros de la política local ha sido un gran logro. Y más allá de las infraestructuras o los eventos culturales, debemos seguir apostando. Porque ya está en la conciencia ciudadana. Con o sin 2016", afirma Moreno Calderón. "De todas maneras, tenemos que repensarlo todo. Y adaptarlo a la situación socioeconómica que vivimos", prosigue el edil. Moreno Calderón apuesta por continuar con citas que se han convertido en símbolos de la ciudad, como Cosmopoética. "A veces se decía que cuando llegase el PP esto se iba a acabar. En absoluto, una ciudad como Córdoba, donde en los últimos años ha crecido tanto la creación literaria no puede prescindir de un evento así". El Festival de la Guitarra, con más de tres décadas de historia es otro ejemplo.

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