La UE volverá a tener fronteras internas en casos excepcionales

La Unión Europea volverá a tener fronteras interiores. Será en circunstancias excepcionales -por ejemplo, un gran éxodo migratorio- como último recurso y por un tiempo estrictamente limitado, pero volverá a tenerlas y, según el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la decisión de restablecer los controles fronterizos será de los Estados. Para salvar Schengen y su Europa sin fronteras, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión decidieron ayer que habrá que poner límites. Francia, Italia, Dinamarca y antes Grecia han puesto a prueba recientemente el principio del control de fronteras exteriores de la Unión y la libertad de circulación de personas no ha resistido bien la prueba de resistencia. De ahí la necesidad de ajustar el proyecto a la realidad.

La Comisión espera que Croacia pueda ingresar en la Unión el 1 de julio de 2013

La consigna de los líderes, dirigida a tranquilizar a una opinión pública decepcionada por la deriva del proyecto comunitario, es que la libertad de circulación de personas es un principio intocable que no sufrirá por los ajustes de Schengen. Solo "como ultimísimo recurso" tales medidas permitirán "la reintroducción de fronteras interiores en las circunstancias verdaderamente críticas en que un Estado no sea capaz de cumplir sus obligaciones", conceden los líderes europeos. Hablan de medidas adoptadas "a partir de criterios objetivos concretos y una valoración común para un ámbito y periodo de tiempo estrictamente limitados".

La Comisión deberá presentar en septiembre sus ideas para aclarar la aplicación de Schengen. Aprovechándose de la ambigüedad de las directrices del Consejo, Sarkozy ya marca límites. "La Comisión podrá determinar las condiciones en que un Estado falla en la vigilancia de fronteras", pero "la decisión de restablecer los controles será nacional", dice el presidente francés. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera razonable la respuesta que se plantea "cuando hay desplazamientos migratorios masivos ante una gran catástrofe, sea terrorismo, guerra o pandemia". Sobre el procedimiento y la toma de decisiones no es tan imperativo como Sarkozy: "Tiene que ser un proceso de acuerdo con los países, aunque la Comisión tenga el liderazgo".

También ayer los Veintisiete decidieron abrir las puertas del club comunitario a Croacia, sin confirmar oficialmente la pretensión de la Comisión de que la UE se convierta en los Veintiocho el 1 de julio de 2013. Croacia celebra hoy los 20 años de su traumática independencia con el ansiado visto bueno del Consejo para convertirse en el próximo nuevo socio de la Unión. Los jefes de Estado y de Gobierno esperan que antes de fin de año se firme la adhesión, aunque no se comprometieron con la fecha de ingreso que pronosticó el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso.

Con respecto a la ribera sur del Mediterráneo, los Veintisiete valoraron "los pasos que se están dando hacia la transformación democrática" de la región y reconfirmaron su voluntad de contribuir a ella con política y presupuesto. Condenaron "la represión y la inaceptable violencia" de Siria e insistieron en que "Gadafi debe ceder el poder inmediatamente".