Algo más que hijas de la fórmula 1

Rubia, alta, guapa, hija menor del patrón de la fórmula 1, Bernie Eccleston, y con solo 22 años, flamante propietaria de la mansión más cara de Estados Unidos. Mientras los americanos se preguntan si Petra Ecclestone, la heredera británica que acaba de pagar unos 104 millones de euros por una mansión de 100 habitaciones en Los Ángeles, es una suerte de Paris Hilton exportada desde el otro lado del Atlántico, los británicos se regodean de los esfuerzos de la conocida compatriota por renegar de la etiqueta de "niña mimada que se pasa el día de compras", según su propia expresión. El patriarca Bernie, hoy un octogenario multimillonario, ha bromeado en alguna ocasión sobre la necesidad de seguir trabajando para costear el opulento tren de vida de sus dos hijas, Petra y Tamara, habidas de su matrimonio con la exmodelo croata Slavica Radic, de quien se divorció hace dos años. Herederas en el aspecto físico de los privilegiados genes de su madre, ambas han intentado sin embargo combinar la obligada presencia en los eventos más exclusivos y el protagonismo en los ecos de sociedad, con la ambición de emprender sus propias carreras. Aunque fuera decantándose ambas por el mundo de la moda, connatural a su casta de privilegiadas.

Petra insiste en que ha heredado la ética del trabajo de sus padres

Tras unos inicios como modelo y actriz ocasional, Petra buscó hace tres años el amparo económico de su progenitor para crear una línea de moda masculina que se vende en los establecimientos más exclusivos de Londres y que está en vías de expansión gracias al acuerdo con una firma croata de la industria. "Me di cuenta de que no quería ser considerada una hija de papá que asiste a montones de fiestas", ha explicado a la prensa británica sobre sus pinitos como empresaria. La mujer que a los 10 años asistió a su primer desfile de moda (de la casa Dior) y a los 16 se estrenaba en el baile de debutantes del parisiense hotel Crillon, insiste en que ha heredado la ética del trabajo de sus padres -ambos de origen modesto- y que ya no tiene tiempo para la vida de la jet-set. Otra cosa es que en su mundo todo se haga a lo grande, y que la nueva residencia californiana que compartirá con su futuro marido (el empresario James Stunt, con quien se casa en agosto) se sume a la mansión que ya poseía en el barrio londinense de Chelsea, valorada en unos 63 millones de euros.

En la vecina e incluso más selecta zona de Kensington Palace Gardens, vive su hermana Tamara, de 26 años, con el corredor de Bolsa Omar Khyami. La mayor de las Ecclestone es conocida por sus labores solidarias, su contribución a las campañas de PETA (organización para la protección de los animales), su compañía de productos de belleza y capilares y, sobre todo, sus curvas. Si el exuberante palmito de Tamara destaca en la campaña publicitaria de una famosa firma de lencería, los fans de la modelo podrán seguir todos sus pasos en un programa de telerrealidad que emitirá el Channel Five británico en septiembre. Bernie Ecclestone pidió a sus dos hijas que hicieran con su vida algo más que disfrutar de la fortuna familiar, y ambas están intentándolo... a su manera.