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VALENCIA | Constitución de los nuevos Ayuntamientos

Barberá inicia su sexto mandato en una Corporación más plural

La oposición reivindica austeridad y apoyo al valenciano

Cristina Vázquez

Fuera, centenares de indignados del Movimiento 15-M recibieron a la nueva Corporación municipal de Valencia con una cacerolada en demanda de regeneración en la política. Dentro, la popular Rita Barberá tomaba posesión por sexta vez consecutiva de la vara de mando como alcaldesa de Valencia. Fue elegida con los 20 votos de su grupo -tienen mayoría absoluta- y ante la presencia del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, implicado en el caso de los trajes, y al que el PP registró ayer como candidato a la investidura como presidente de la Generalitat. Barberá preside desde ayer la Corporación más plural de toda su etapa, con tres grupos sentados en los bancos de la oposición. El bipartidismo del pasado mandato es ya historia.

Barberá juró en valenciano como edil y en castellano como alcaldesa
Ribó pidió que no se organicen más acciones de gracias a la Mare de Déu

Durante los discursos, Barberá exigió al Gobierno español una financiación local adecuada y respeto a la autonomía municipal a la hora de decidir sobre, por ejemplo, El Cabanyal.

Los portavoces del PSPV-PSOE, Compromís y EUPV ofrecieron a la alcaldesa cooperación institucional pero a cambio le exigieron un mayor compromiso con el uso del valenciano y una separación estricta entre Estado e Iglesia. "Que no se organicen acciones de gracias a la Mare de Déu [es una tradición en el Ayuntamiento]", planteó Ribó.

Los ediles del PP juraron el cargo. Barberá empleó el valenciano -lengua que no usa- cuando juró como edil y se pasó al castellano cuando juró de alcaldesa. Los socialistas prometieron valenciano, salvo Salvador Broseta, que optó por el castellano. Los tres ediles de Compromís añadieron a la promesa tradicional, donde se declara lealtad al Rey y respeto a la Constitución y l'Estatut d'Autonomía valenciano "porque así lo manda la ley" y se comprometieron a "impulsar la enseñanza en valenciano y de calidad". Los dos ediles de EU, Amadeu Sanchis y Rosa Albert, recurrieron al "por imperativo legal" cuando se refirieron a la lealtad al Rey.

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Félix Estrela, uno de los nuevos ediles socialistas, lució además en su solapa una pegatina de Salvem El Cabanyal y una chapa de la campaña de Escola Valenciana Sí al valencià.

Los ediles de Compromís y EU también las portaban visibles en solidaridad con la decisión del Consell de recortar las líneas de enseñanza en valenciano.

A la salida del hemiciclo, el portavoz socialista Joan Calabuig animó a Barberá a impulsar la economía y la creación de puestos de trabajo, siempre "desde un clima de cooperación entre instituciones".

El momento más emotivo de la intervención de Calabuig llegó con la mención a las víctimas del accidente de metro del 3 de julio, a las que mostró toda su solidaridad.

Joan Ribó, portavoz de Compromís, coalición que debuta en el Consistorio, reclamó una Valencia para vivir no para ver y rechazó abiertamente privilegios como el uso de coche oficial y escoltas "porque aleja a la clase política de los ciudadanos". Los tres grupos de la oposición renuncian, de hecho, a estos servicios, mientras que el Gobierno municipal los conservará.

En parecido sentido, Amadeu Sanchis, portavoz de EU, dijo que en un momento en que se cuestiona a las instituciones y sus representantes corresponde hacer un esfuerzo por "dignificar la política" y por democratizar sus relaciones con la sociedad.

En los palcos, muchos invitados. Además del presidente Francisco Camps estuvieron presentes la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ana Botella, y la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Pilar de la Oliva, entre otros. De partidos políticos acudieron los diputados Enric Morera y Mònica Oltra, de Compromís, y Marga Sanz, de EU. Por los socialistas acudieron como invitados la ya exportavoz Carmen Alborch, y los exediles Vicente González Móstoles, Francisco Carsí o Carmina del Río.

A lo largo de todo el acto se pudo oír de fondo los pitos y la cacerolada de los indignados que no pudieron dar ni un paso fuera de la explanada de la plaza ante el férreo dispositivo policial montado al efecto.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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