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PATÉ DE CAMPAÑA
Columna
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Mitin en el bar de la esquina

Rosa Cullell

Bajo Major de Gràcia en busca del mitin de presentación de la candidatura de Ricard Gomà a los jóvenes ecosocialistas. En la Vila es día de comercio en la calle. El mayor éxito de público lo tiene la seta inflable, donde se empeñan en meterse más enanitos de los que caben; también están animadas las clases de baile del Club Rosemeri. Junto al Amelie, donde tendrá lugar el mitin, no se aprecia fervor electoral alguno; los jóvenes beben cerveza y comen patatas bravas. No hay carteles ni banderas; sólo la presencia de las cámaras de la televisión pública confirman que estoy en el lugar adecuado. Me siento en un banco junto a un grupo de chicas que celebran la despedida de soltera "de la novia más glamurosa"; le han tapado los ojos para que, paraguas en mano, le atice a una piñata con forma de castillo rosa, el del príncipe azul. Cuando lo rompe, se monta el único tumulto joven de la tarde. Todos dispuestos a pillar la liga roja.

Suena la música desde el altavoz del tenderete del club de baile y, a ritmo de pasodoble, aparece Ricard Gomà, junto con Janet Sanz, la cuarta en la candidatura de Iniciativa-Esquerra Unida y la posible regidora más joven. Entramos en el mini bar y constato los grandes cambios electorales acaecidos. Se llevan los mítines minimalistas, como en familia. Ni la izquierda cree ya en las reuniones de masas; tiempos de redes virtuales. Mientras espero, los recuerdos me transportan a aquellas multitudinarias reuniones del PSUC llenas de euforia: "se siente, se siente, el Guti está presente". Un susurro de admiración verde me despierta. Janet, con su vestido corto y su melena, sube al estrado y le suelta un envite a Xavier Trías: "No pueden recortar nuestro futuro".

Cierra el acto el candidato, con el tono suave que le caracteriza, y hace énfasis en ese 33% de paro juvenil de Barcelona, diez puntos menos que en el resto de Cataluña. En la calle, un bolero: "Juventud que te vas para nunca volver". Como los mítines de verdad, que también se han ido.

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