"¡Se han pasado, se han pasado!"

Cuando llegaron los servicios de emergencia y la policía a la discoteca Balcón de Rosales el 15 de noviembre de 2008, un numeroso grupo de jóvenes rodeaba a Álvaro Ussía, de 18 años, que se encontraba tendido en el suelo y con taquicardia. Estos testigos señalaron desde el primer momento a los porteros del local como los autores de la agresión que había dejado en ese estado al chico. Así lo declararon ayer durante la sexta sesión del juicio dos policías municipales que estuvieron ayudando a los sanitarios del SAMUR.

"¡Se han pasado, se han pasado!". Esas fueron las frases más repetidas por los clientes de la discoteca que presenciaron la paliza. Algunos agentes se dedicaron a tomar el nombre y las direcciones de las personas que habían visto lo ocurrido, mientras que los dos agentes que declararon ayer se dedicaron a custodiar la zona en la que era atendido Ussía. "El joven sufría palpitaciones y respiraba de forma muy seguida", relató uno de los policías. "Todos acusaron a los porteros desde el primer momento".

De nuevo, Miriam Vergara, la abogada del principal acusado, Pitoño, insistió en preguntas a los dos testigos de si vieron cómo los facultativos del SAMUR daban masaje cardiaco a Ussía para reanimarle. "La gente no paraba de vociferar que habían sido los porteros. Sobre todo lo decían los amigos de la víctima. Recuerdo que se acercó mucha gente, pero no podíamos estar pendientes de ellos", añadió el compañero del otro policía municipal. "Tardamos menos de dos minutos en llegar tras ser comisionados por la emisora. Estábamos en la calle de la Princesa", añadió

Estos dos agentes fueron los que escoltaron la ambulancia del SAMUR hasta el servicio de urgencias del hospital Clínico. Allí permanecieron alrededor de una hora hasta que los médicos del Clínico les informaron de que Ussía había fallecido. "Entonces avisamos por la emisora a los compañeros que estaban en la discoteca. Vimos que al hospital llegaron algunos familiares y amigos de la víctima, pero nosotros no hablamos con ellos", aseguró el segundo agente que testificó.

La sesión de ayer fue la más corta del juicio. Duró menos de dos horas, ya que solo declararon seis testigos propuestos por las defensas. Alguno inclusofaltó por estar de baja o encontrarse destinado en Kabul (Afganistán). Hoy está previsto que declaren los peritos forenses y los especialistas de Toxicología.