'Poli' de día, narco de noche

Varios meses de investigación ha costado detener a un policía local de Torrejón de Ardoz, Rubén Herraiz, que lleva unos tres años en el servicio. Los agentes del Grupo 42 de la Brigada Central de Estupefacientes le arrestaron el pasado viernes cuando iba con los integrantes de una banda dedicada al tráfico de drogas en discotecas y locales de ocio del Corredor del Henares. En el maletero del vehículo llevaba 50 kilos de cocaína de gran pureza y 150.000 euros en efectivo, según explicaron fuentes de la investigación.

Las pesquisas comenzaron al detectar a un grupo dedicado a pasar droga en los bares de copas de Torrejón de Ardoz (118.500 habitantes) y Alcalá de Henares (204.120 vecinos). Al frente de todos ellos estaba un hombre de nacionalidad colombiana que se encargaba de conseguir la droga y distribuirla. Lo hacían tanto en pequeñas cantidades como al por mayor. Fuentes de la investigación explicaron que el policía municipal se encargaba de las labores de vigilancia y seguridad para el grupo. También hacía gestiones y controlaba las matrículas de coches sospechosos de seguir a los integrantes de la banda. De esta forma, verificaba si se trataba de vehículos policiales.

Cuando fue arrestado llevaba la placa y la pistola reglamentaria

Los agentes de la Brigada Central de Estupefacientes lo detuvieron en el barrio de Embajadores en la capital el viernes, aunque la información trascendió ayer. El agente estaba a punto de pasar 50 kilos de droga que habían entrado en España por el puerto de Marín (Pontevedra) y que acabaron decomisados. El agente detenido iba en el mismo vehículo que el miembro de la banda que iba a pagar la droga -al que los investigadores han identificado con el nombre de Isidro- y llevaba la placa y la pistola reglamentaria que entrega el Ayuntamiento de Torrejón. No opuso resistencia ni argumentó que era policía para evitar la detención. Eso sí, afirmó que él no tenía nada que ver con la organización. Los investigadores del Grupo 42 le espetaron que era mentira porque llevaban bastante tiempo siguiéndole la pista.

En la operación también fueron detenidos otros seis integrantes de la banda, todos ellos de nacionalidad española. Eran los encargados de distribuir la droga. La operación policial continúa abierta, ya que se han fugado otros dos miembros de la banda, entre los que se encuentra el jefe, un colombiano.

El juez ha ordenado el ingreso en prisión provisional y sin fianza de los arrestados. Se encuentran en la cárcel de Madrid VII, en el municipio de Estremera. Se les acusa de un delito contra la salud pública (tráfico de estupefacientes).

Los policías también han decomisado otras dos armas de fuego, además de la reglamentaria que llevaba Rubén Herraiz. Se trata de una pistola del calibre 22 y otra del 9 milímetros Parabellum. Ambas han sido remitidas a los laboratorios de Balística del Cuerpo Nacional de Policía para ver si han sido utilizadas para cometer a algún delito.

Fuentes municipales explicaron que el agente juró el cargo hace unos tres años. La Policía Nacional llevaba siguiendo sus movimientos hacía varios meses, ya que se había visto envuelto en altercados y peleas ocurridos en discotecas fuera de su horario de trabajo.