Los regantes del Guadalquivir se cruzan denuncias por el canon
Feragua y la UPA se acusan de trato de favor y de mal uso de las ayudas
Ni siquiera el momento de bonanza en las reservas hídricas, que garantiza el agua para las dos próximas campañas de riego, ha traído la calma al sector del regadío andaluz. Regantes del bajo y el alto Guadalquivir se han cruzado en los últimos días denuncias a cuenta de la condonación del canon a los olivareros de Jaén incluidos en el decreto de sequía del año 2008. La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) acusa a la Agencia Andaluza del Agua de haber actuado con "arbitrariedad y trato de favor", pero la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), que representa a los regantes del alto Guadalquivir, replica que denunciará en Bruselas a Feragua por el mal uso de las ayudas para la modernización de regadíos para ampliar las zonas regables.
Los olivareros de Jaén están exentos de pago por el decreto de la sequía
El regadío acapara más del 80% de los usos de agua en la comunidad
La guerra entre los regantes andaluces viene de lejos, pero se acentuó tras el traspaso en 2009 de las transferencias de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a la comunidad autónoma. En el trasfondo subyace una pugna por la representatividad de las dos principales organizaciones: Feragua, que ha ostentado la hegemonía en buena parte de la cuenca del Guadalquivir, y Areda, que en los últimos años ha irrumpido con fuerza en el alto Guadalquivir de la mano de la UPA. El regadío se lleva más del 80% de los usos del agua en Andalucía, además de representar el 60% de la producción final agraria y un 50% del empleo agrario andaluz.
La polémica la inició Feragua al anunciar que acudirá a los tribunales ante el "oscurantismo" de la Agencia del Agua en la condonación del canon de riego al olivar de Jaén incluido en el decreto de sequía de 2008. "Feragua no se opone a ninguna exención de impuestos a ningún agricultor, pero siempre que la Administración actúe con ecuanimidad y transparencia, sin favorecer a unos y perjudicar a otros", exponía la principal organización de regantes.
Pero Agustín Rodríguez, secretario de UPA en Andalucía, ha salido al paso asegurando que "el olivar de Jaén, sometido al riego extraordinario, ha pagado mucho más canon de riego en los últimos cinco años que cualquier otra zona regable en la cuenca del Guadalquivir". En concreto, asegura que estos agricultores han pagado en el último lustro 196,91 euros por hectárea, frente a los 75,71 euros de los regantes del valle inferior del Guadalquivir, cuya comunidad ha estado dirigida hasta hace poco por la actual presidenta de Feragua, Margarita Bustamante.
La UPA solicitó en la última reunión del Consejo Andaluz del Agua una investigación para saber si las comunidades de Feragua han podido recibir ayudas a la modernización "disfrazándolas de ampliación de superficie o nuevas superficies, algo prohibido por la legislación comunitaria". Rodríguez recuerda que Feragua perdió en los tribunales sus reclamaciones por los riegos de apoyo al olivar en 2006, 2007 y 2008.
Las diferencias entre ambas organizaciones se pusieron de manifiesto también con la aprobación de la Ley de Aguas de Andalucía. Mientras la UPA viene exigiendo un régimen tarifario por volumen de agua consumido, Feragua es partidaria de un pago por hectárea. Esta organización también fue reticente al acuerdo para la revisión de las actuales concesiones de derechos de riego. "La actitud de Feragua se explica porque están perdiendo los privilegios de los que han venido disfrutando históricamente; había una parte importante del regadío que no tenía voz y eso no les ha gustado", señala Agustín Rodríguez.
En medio de esta controversia, el pasado jueves Feragua reunió por vez primera en Jaén su junta directiva para escenificar su apoyo a las comunidades del alto Guadalquivir.
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