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Camps reivindica la austeridad del Consell pese a su elevada deuda

El presidente de la Generalitat defiende el turismo como sector clave

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, aprovechó su discurso de Fin de Año para defender la gestión del Consell que preside. Camps destacó durante su tradicional mensaje navideño que "la austeridad en la Administración, la eficacia en las inversiones y los proyectos coherentes basados en la estabilidad y en los pactos, han sido los compromisos de estos años".

El presidente obvió que la Comunidad Valenciana es la autonomía con más endeudamiento sobre el PIB de España. Durante su intervención reiteró la "austeridad" pasada, presente y futura -"que ha supuesto un ahorro ya de 300 millones de euros a los que se sumarán 600 millones más con el nuevo plan"- y también aseguró que la valenciana es una de las Administraciones "más baratas de España" y, a la vez, "la más eficiente en el uso de sus recursos económicos". Y para muestra un botón: Camps aseguró que en estos años ha incrementado en 12.000 personas el personal sanitario y docente. Nueve de cada diez funcionarios de la Generalitat, apostilló, se dedican a estas áreas.

La oposición destaca la grave situación económica del Gobierno valenciano
Alarte solicitará una reunión con el jefe del Consell para hablar de pactos

El presidente inició su discurso hablando de la crisis económica. Camps aseguró que el primer objetivo del Consell para 2011 será crear empleo y apeló a la "unión de todos los valencianos" para que la Comunidad sea "motor de la recuperación de España". Y destacó expresamente la labor del sector turístico como uno de los ejes clave de la competitividad valenciana.

El jefe del Consell calificó la Comunidad Valenciana como una "tierra de oportunidades", destacó la importancia de la llegada del AVE a Valencia y reivindicó lo mismo para Alicante y Castellón, así como la ejecución del corredor mediterráneo.

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Camps no se olvidó de volver a reivindicar una mejor financiación autonómica, que el Consell reclama para una comunidad en la que viven cinco millones de personas, según recordó Camps. El presidente del Consell también desempolvó el trasvase del agua del Ebro, el trasvase Tajo-Segura "y todo aquel que signifique agua para el presente y el futuro". Y justificó las reivindicaciones como "fundamentales" para un territorio "motor económico y social para el presente y el futuro de toda España".

En clave económica, el presidente anunció que el Plan Confianza se va a renovar "para seguir invirtiendo en los municipios y apoyando al tejido empresarial".

Y no faltaron en su intervención algunas referencias culturales: un recuerdo para el fallecido director de cine valenciano Luis García Berlanga, y un recuerdo a la contribución al castellano del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.

La cuestión de la lengua fue uno de los aspectos criticados por la oposición. La coordinadora y portavoz de EUPV, Marga Sanz, lamentó que Camps no dijera "nada sobre la situación del valenciano, discriminado y ninguneado desde el Consell, empezando por la falta de su uso oficial". Y el secretario general del Bloc, Enric Morera, consideró que Camps "estuvo extraordinariamente patético en sus alusiones a Mario Vargas Llosa, con una defensa del castellano fuera de contexto".

La principal crítica política al discurso del presidente de la Generalitat fue la falta de realismo. El secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, lamentó que el presidente no hiciera "ni una sola propuesta" y se limitara a "vaguedades y lugares comunes". Alarte consideró que Camps es "ineficacia, mala gestión, despilfarro y ruina" y lamentó que haya olvidado que la Sindicatura de Comptes describe con un "largo rosario de datos" una situación en las finanzas de la Generalitat de "quiebra técnica".

Alarte dijo recoger el guante lanzado por Camps en cuanto a pactos y aseguró que pedirá el lunes al gabinete del presidente una reunión para intentar llegar a acuerdos en temas esenciales, como un pacto por el empleo o para sanear la Generalitat, dos reivindicaciones socialistas.

Sanz, por su parte, consideró el discurso de Camps de "autocomplaciente, anodino y vacío", lamentó que haga referencias a infraestructuras del Gobierno ante "el fiasco" del Plan Confianza y tildó de "ridículo" la insistencia en el trasvase del Ebro. Morera, finalmente, criticó que el presidente olvidara que la valenciana es la autonomía con mayor deuda de España y que obviara referirse a las cajas de ahorros que en 2010 "dejaron de ser valencianas", en referencia a Bancaja y la CAM.

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