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Cádiz empadrona habitantes de oficio para atajar la sangría demográfica

La ciudad ha perdido 20.000 residentes desde que gobierna Teófila Martínez

Es ya una tradición. Los datos del padrón provocan indigestión en el Ayuntamiento de Cádiz cada Navidad. Desde que Teófila Martínez (PP) accedió al poder en 1995 la ciudad no ha hecho más que perder habitantes. Si ese año había en Cádiz 145.595, las últimas cifras de 2010 señalan que la ciudad se ha quedado con 125.826. La constante sangría ha llevado al equipo de gobierno a diversas fases. Ha habido indiferencia ante los datos, después críticas contra el Instituto Nacional de Estadística (INE) y ahora preocupación. Tanto que el Consistorio lleva ya dos años intentando parar esas estadísticas. De momento, sin éxito. Desde hace dos meses ha iniciado empadronamientos de oficio. Pero admite dificultades burocráticas para poner en práctica esta medida casi desesperada.

Algeciras está a punto de superar en población a la capital gaditana
El Ayuntamiento ha acusado al INE de mentir en su información censal

La pérdida de población de Cádiz fue lógica en su momento. La ciudad alcanzó su máximo de población, con 156.000 habitantes, en la década de los noventa, cuando agotó sus posibilidades de crecimiento y levantó las últimas grandes promociones de viviendas que cabían en el término municipal. El progresivo descenso de los primeros años fue entendido como lógico, ante el elevado precio de las viviendas y el crecimiento del área metropolitana, donde fueron a parar muchos residentes en Cádiz. Pero ese movimiento no ha parado desde entonces. La ciudad ha perdido habitantes sin freno.

La alcaldesa, Teófila Martínez, trató de restar trascendencia a la emigración de los gaditanos. "Todos hemos tenido que marcharnos de la ciudad donde vivimos para trabajar y no ha pasado nada", comentó en alguna comparecencia pública. Eran los momentos en los que crecían los relatos de gaditanos que se marchaban por falta de oportunidades y se instalaban en el Levante español. La oposición utilizó este argumento muchas veces para atacar la política del PP que hacía huir a los jóvenes mientras el paro se mantenía al mismo nivel.

Sabedores de que su discurso podía perjudicarles, Martínez y su equipo optaron por otra línea argumental: el INE miente. El equipo de gobierno sostenía que el descenso oficial de población contrastaba con el aumento de consumo de agua y luz. De ahí que se gastara 600.000 euros en un censo propio, que determinó que en Cádiz viven 143.000 personas, 16.000 más que el padrón oficial, aunque se tuvo que reconocer que ahí fueron incluidas personas de paso, estudiantes e incluso una estimación de los que no respondieron a la encuesta municipal. Pero desde hace dos años, cuando las cifras ya eran incontestables, el Ayuntamiento de Cádiz ha cambiado de táctica. Se mantienen las dudas sobre la fiabilidad del INE, pero al mismo tiempo se realizan campañas, que incluyen amenazas de multas, para que la llamada población flotante se empadrone en la ciudad.

Desde hace dos meses el Consistorio trata de empadronar de oficio a los residentes que lleven más de seis meses en la capital gaditana. "No es algo rápido ni fácil", reconoce el concejal José Blas Fernández. "Los estudiantes se mueven mucho y hay otros que no facilitan esta tarea". La idea del PP es empadronar de oficio a todo aquel que ha sido adjudicatario de una promoción pública. La portavoz del PSOE, Marta Meléndez, ha pedido al gobierno local que deje de buscar culpables y se dedique a encontrar soluciones para detener la pérdida de población y ofrecer atractivos que hagan regresar a los que se han ido.

La situación de Cádiz contrasta con la de otras ciudades cercanas y con la del resto de capitales andaluzas, donde la población ha crecido en la última década. Todas, salvo Granada. La ciudad de la Alhambra había perdido 10.000 habitantes hasta 2009, aunque el último padrón ha conseguido recuperar la mitad, unos 5.000. El año pasado se habían anunciado medidas para atraer población como la construcción de viviendas para jóvenes. La progresiva pérdida de habitantes sitúa a la capital gaditana en una situación delicada. Está a punto de dejar de ser la segunda ciudad de su provincia, ya que Algeciras está a punto de alcanzarla. También está a punto de convertirse en la última de Andalucía, ya que Jaén la sigue de muy cerca.

"La Junta sabe que aquí vive más gente"

"En la barriada de la Paz hay 3.000 personas sin censar". El concejal José Blas Fernández hace público este dato pero no tiene cómo documentarlo. "Hemos pedido a la Junta que nos dé los datos de las personas que viven en las casas de protección oficial y los que han registrado sus alquileres en la Consejería de Hacienda. Pero se niegan a darnos los datos", denuncia. Estos datos permitirían al Ayuntamiento proseguir su campaña de empadronamientos de oficio a los residentes en la ciudad, tal y como ha empezado a hacer con los que viven en pisos de propiedad municipal.

La empresa Procasa ha facilitado esa lista al Consistorio y así serán inscritos los dueños y sus familias en los próximos meses. "La Junta sabe que en Cádiz vive más gente. También lo sabe el Gobierno pero el padrón no lo cuenta", se queja Fernández. "Es incongruente que aumente el consumo de agua, de luz y de servicios de basuras y baje la población". Su protesta va contra las administraciones y también contra los que se niegan a empadronarse en la ciudad, a los que acusa de intentar evadir impuestos. "Algunos tienen segundas residencias en otras ciudades y se empadronan allí por motivos fiscales, pero su obligación está donde residen habitualmente", explica.

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