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Reportaje:

Los ecos de Miguel Ángel

Los tres retablos romanistas más importantes de Vizcaya reflejan la influencia del artista - Las obras se hallan en Zeberio, Durango y Bilbao

El genio de Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) extendió su influencia entre pintores, arquitectos y escultores europeos. Sus contemporáneos ya le llamaban El Divino y el paso del tiempo dese el Renacimiento no ha hecho sino engrandecer su figura. El Museo de Reproducciones Artísticas de Bilbao, sito en la antigua iglesia del Corazón de María, en la calle de San Francisco, recuerda su obra con la exposición Faktoria Michelangelo (hasta enero de 2011) y busca que se reconozca su estilo en obras del entorno.

Las réplicas de algunas de sus piezas más significativas -el Moisés, por ejemplo- reflejan en la exposición cómo reinterpretó el arte de la Antigüedad y apuntan a la herencia que dejó a la posteridad. Faktoria Michelangelo forma también parte de la iniciativa Tras las huellas de Miguel Ángel, que invita a descubrir su influencia en tres retablos de iglesias vizcaínas: Santo Tomás de Olabarrieta, en Zeberio; Santa María de Uribarri, en Durango, y San Pedro, en el barrio bilbaíno de Deusto.

Los tres conjuntos vizcaínos fueron realizados a finales del siglo XVI
El Museo de Reproducciones promueve las visitas guiadas a las iglesias

El eco del arte de Miguel Ángel llegó al Norte de España a través del romanismo, una corriente artística que a finales del siglo XVI se inspiró en las obras que el autor de las pinturas de la Capilla Sixtina dejó en Roma.

Gaspar Becerra, el responsable del retablo mayor de la catedral de Astorga (León), introdujo el romanismo en la península ibérica. Desde Astorga el estilo romanista se extendió al retablo de la iglesia de Santa Clara, en Briviesca. Y desde Burgos se adentró en el País Vasco, La Rioja y Navarra.

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Influenciados por el espíritu de la Contrarreforma, los artistas realizaban retablos de arquitecturas sencillas en los que destacaban las escenas de la vida de la Virgen, los santos o la pasión de Cristo.

En los tres ejemplos más destacados de retablos romanistas de Vizcaya, todos de finales del XVI, se repite el nombre de Martín Ruiz de Zubiate, vizcaíno de nacimiento, pero formado en talleres de imaginaría burgaleses, citado en los documentos de la época como "maestro arquitecto de hacer retablos". En el retablo de Deusto, fechado en 1592, trabajó también Martín de Basabe, otro de los nombres destacados del romanismo en Vizcaya. La historia de san Pedro plasmada en figuras musculosas, de aspecto introspectivo, denotan la influencia del maestro. Los rostros dramáticos y los cabellos trabajados, los escorzos y los gestos heroicos se repiten en las figuras romanistas, siguiendo con devoción el estilo del maestro Miguel Ángel.

La visita a los tres retablos prevista para ayer, en euskera, quedó suspendida por el escaso número de reservas. El próximo sábado, el Museo de Reproducciones organizará otro recorrido, de carácter gratuito, por los templos de Zeberio, Durango y Deusto. Una excursión de cuatro horas de duración para conocer las huellas de Miguel Ángel en Vizcaya.

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