Sally Menke, la creadora del 'ritmo Tarantino'
Para el director era su "única y auténtica colaboradora"
El estilo Tarantino, ese estilo de rodar películas que golpeó al público en 1992 con Reservoir dogs, ha perdido uno de sus puntales. Quentin Tarantino tiene un oído extraordinario para los diálogos y la música, escribe personajes antológicos y bucea en la historia del cine sin complejos. Pero a todos esos elementos los une una amalgama, el ritmo, y eso nacía de Sally Menke. El pasado lunes 27, Menke, de 56 años, la montadora de todos los largometrajes de Tarantino, fallecía en Los Ángeles mientras caminaba por un sendero en el cañón Bronson en el parque Griffith, una zona agreste de barrancos. El resultado de la autopsia asegura que la muerte le sobrevino tras un golpe de calor, por culpa de los 45 grados que marcaban los termómetros en el día más caluroso en la ciudad californiana desde que en 1877 empezaron a archivarse estos datos. Para Tarantino ha sido una pérdida devastadora en lo personal y en lo artístico
Sally JoAnne Menke nació el 17 de diciembre de 1953 en Mineola (Nueva York). En 1978 se graduó en la escuela de artes Tisch, dependiente de la Universidad de Nueva York. Empezó a trabajar como montadora en documentales y en reportajes de las cadenas de televisión CBS y PBS. "Siempre recomiendo a mis ayudantes que empiecen en los documentales como entrenamiento para saltar a la ficción. Los documentales son emoción, impulso, instinto", aseguró Menke en una entrevista en Daily Variety. En su primer trabajo en un largo de ficción montó la comedia Cold feet (1983) y no volvió al cine hasta 1990 con Las tortugas ninja. "Quentin estaba buscando un editor barato y me entrevistó para Reservoir dogs". A Menke el guión le había parecido sorprendente, y se fue a hacer marcha a Canadá. Desde allí telefoneó a Tarantino para saber si había logrado el trabajo, y recibió una respuesta afirmativa. Así nació una relación que la misma Menke calificó de "relación simbiótica creativa". Tras El cielo y la tierra (1993), de Oliver Stone, volvió a trabajar con Tarantino en Pulp fiction (1994) con la que Menke obtuvo su primera candidatura al Oscar. Ella siempre estuvo al lado del genio en la mesa de montaje en Four rooms, Jackie Brown, Kill Bill 1 y Kill Bill 2, Death proof y en Malditos bastardos, su segunda aparición en los Oscar. Gracias a su trabajo en el díptico Kill Bill fue elegida Montador del Año en el festival de cine de Hollywood. "Quentin dice que no sabe dónde empiezan sus ideas y acaban las mías, y viceversa. Pero somos lo suficientemente diferentes en el aspecto creativo como para que sigamos creciendo". Joan Sobel, ayudante de Menke en cuatro largometrajes, la definía así en Los Angeles Times: "Era una brillante montadora, rápida e innovadora. Tenía la habilidad de ver el punto de vista de la secuencia y a la vez tener en cuenta la película en su conjunto". El mismo Tarantino dijo de ella: "Es mi única y auténtica colaboradora. Las mejores relaciones en equipos de director y montador ocurren cuando cada uno de ellos puede acabar las frases del otro. A nosotros nos pasaba".
Sally Menke también trabajó con Lee Tamahori (La brigada del sombrero), Ole Bornedal (La sombra de la noche), Billy Bob Thornton (Todos los caballos bellos y Daddy and them) y Michael Lander (Peacock). El martes, Menke salió pronto de su casa con un amigo y su perro labrador a realizar la excursión. A la hora de marcha decidió acortar de vuelta al hogar, y nadie volvió a verla. Su marido, el director Dean Parisot, alarmado tras saber que su acompañante ya estaba en su casa, llamó a la policía a las cuatro de la tarde. Su cuerpo fue encontrado a las dos de la mañana del martes, con su labrador negro al lado muy deshidratado.
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