Barcelona ya tiene una moto por cada dos coches
Casi 300.000 vehículos de dos ruedas circulan por la ciudad, el 25% más que hace cinco años
Las motos se convierten poco a poco en las reinas del asfalto en Barcelona. Mientras que la presencia de coches no deja de disminuir (ya hay en la ciudad 599.000 coches, 17.700 menos que hace cinco años), la presencia de motos engorda cada año. En 2009 circulaban, según el anuario estadístico, 199.407, el 25% más que en 2005, además de otros 90.934 ciclomotores. "Barcelona es la ciudad con más motos por habitante de toda Europa, con 173 por cada 1.000", asegura el concejal de Movilidad, Francesc Narváez.
Roma, con 600.000 motos, tiene, indiscutiblemente más vehículos de dos ruedas que ninguna otra urbe del Viejo Continente. Pero si se tienen en cuenta sus habitantes (3,8 millones contando estudiantes, residentes en el Vaticano, etcétera) la estadística otorga la medalla de oro a Barcelona. Por distritos, Eixample acumula el mayor número de motos de la ciudad, con 52.156 unidades. Le siguen Sarrià y Horta, mientras que la zona con menos motos es Ciutat Vella.
Ninguna gran urbe europea cuenta con más motos por habitante
El crecimiento del número de motos se explica en buena medida, según el RACC, por el cambio de normativa de 2004, que permitió a los conductores con carné B (de coche) y tres años de experiencia al volante, conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos sin necesidad de una nueva licencia. Además, dice el organismo en un informe, "es un modo de transporte barato y al que puede accederse desde los 15 años".
En Barcelona lo que más se usan son los ciclomotores y las motos de pequeña cilindrada. La mitad de las dos ruedas que circulan por las calles tienen menos de 125 centímetros cúbicos.
"Me quedé con una moto de 125 porque así no tengo que sacarme ningún carné especial", cuenta Daniel, de 48 años y con más de 10 en moto. Mientras aparca su Honda en la plaza de Catalunya, explica que para trabajar usa el coche, porque tiene que viajar bastante. "La moto la uso para los recados y el ocio", asegura. Sin embargo, aunque las más populares son las motos ligeras, en los últimos cinco años hay un repunte de vehículos de gran potencia. El año pasado había en la ciudad 10.463 motos de cilindrada superior a 750, 3.000 más que en 2005.
"Yo tengo una Vespa por estilo", explica entre risas Elodie. Aunque pudiera, no conduciría una más grande. "No me hace falta. Voy por ciudad y nunca llevo pasajero. Me parece peligroso y no quiero ser responsable de la seguridad de otra persona", razona. Para Elisabeth, 125 también es la cilindrada ideal. "Nunca menos, porque entonces hay veces que no llegas a algunas maniobras. Por ejemplo, a ciertos adelantamientos", opina. Ella usa la moto para todo. "Por ciudad, pero también para ir a la playa de Sitges. En verano es un lujo aparcar justo delante de la arena", valora.Según Narváez, "el Ayuntamiento ya hace tiempo que considera la moto un vehículo de primera". Por eso, la ciudad se ha ido, poco a poco, adaptando a ella. Para empezar, en los aparcamientos. Las autoridades llevan años peleando por sacar los coches de la calzada, construyendo aparcamientos subterráneos y pintando las plazas a pie de calle de verde y azul, con el consiguiente parquímetro al lado. En los últimos cinco años, los aparcamientos para coches en superficie se han reducido el 4%. Los de moto, en cambio, han aumentado el 73%. Cuando preguntas a los motoristas de la ciudad qué es lo que más valoran de usar su vehículo, una mayoría aplastante está de acuerdo en que la facilidad de aparcar es su gran ventaja frente al coche.
Los aparcamientos no son la única mutación de la ciudad a favor de las motos. En algunos cruces desde hace dos años unas rejillas amarillas pintadas en la calzada llaman a las motos a situarse delante de los coches. Son las llamadas zonas avanzadas para motos (ZAM), popularmente conocidas como parrillas. "Son útiles, sobre todo si están cerca de carriles reservados, porque te colocas delante y como siempre arrancas el primero, vas más rápido", valora Rodrigo, motorista de 26 años.
Las primeras ZAM fueron pintadas en las calzadas en 2008. Sólo se implantaron tres, en cruces considerados de alta siniestralidad. La prueba piloto tuvo éxito. El sistema lo han copiado en Madrid y en Málaga. En Barcelona, de tres cruces con parrilla, se pasó a 35 en 2009 y desde el 15 de agosto de este año, a 49. "El motorista se pone delante y así, los conductores de automóviles le ven perfectamente y él ve al peatón que cruza", explicó Narváez en la presentación de las nuevas ZAM, situadas en diferentes cruces de la recién asfaltada calle de Aragó. Según cálculos del Consistorio, gracias a las parrillas han eliminado el 90% de las situaciones de riesgo entre coches y motos.
El riesgo es, precisamente, el gran problema de las motos. Según el RACC, cada día hay 21 lesionados en accidentes de moto. Los accidentes más graves se producen por saltarse los semáforos. La siniestralidad de las dos ruedas "comporta un coste económico de 184 millones de euros al año para la ciudad", asegura. Según un estudio del mismo organismo, basado en datos de entre 2002 y 2007, se registran de media 7.700 víctimas de moto, frente a las 3.200 de coches. El riesgo de que las lesiones tras un accidente sean graves es ocho veces superiores en una moto que en un coche. Y los hombres tienen el doble de accidentes que las mujeres.
RODRIGO 26 años "Tienes que tener mil ojos, porque siempre eres el más débil"
Rodrigo, de Barcelona, vive en Guinardó, pero trabaja en el centro Antes se desplazaba en transporte público, pero se pasó a la moto. "Creo que me sale rentable. En metro me gastaba más de siete euros en el bono. Ahora pongo cinco euros de gasolina cada dos semanas", explica. Cuando circula, dice, siempre va con mil ojos. Si tienes un accidente con un coche, "tú siempre eres el débil".
WOJTEL 34 años "Creo que molesto más a los coches que ellos a mí"
Wojtel es polaco pero lleva más de dos años en Barcelona. Desde que llegó, circula en moto. Decidió comprarse una porque cree que es la manera más rápida de moverse por la ciudad. La aparca cerca de su trabajo, en la plaza de Catalunya. "A la hora de circular no me preocupan los coches. De hecho, creo que yo les molesto más a ellos que ellos a mí", cuenta entre risas.
ELISABETH 25 años "Los más peligrosos son los autobuses y los taxis"
A Elisabeth le quemaron su moto hace un año. "En la misma puerta de casa; quedó destrozada. Mi hermano me regaló la que tengo ahora", explica. No le da miedo circular por Barcelona. "Con los coches no hay problema. Creo que todos tenemos cuidado. Los más peligrosos son los autobuses y los taxis", puntualiza. Cree que cada vez hay más motos "y más chicas motoristas".
RAQUEL y FÉLIX "Con moto por la ciudad se va peor que por carretera"
Félix aparca su flamante moto en la plaza de Catalunya. Raquel, que viaja con él, cuenta que viven en Gavà y la usan sobre todo para visitar Barcelona. "Por carretera se va mejor que por ciudad. En el centro es complicado ir hasta con moto", opina Félix. Su moto, de 1.100 cc tiene más de 20 años, pero nadie lo diría. "Era de mi tío. Siempre me gustó, así que la restauré", cuenta orgulloso.
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