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La e-receta choca con la baja velocidad de Internet

El deficiente acceso a Internet complica la prescripción electrónica de medicamentos en 30 farmacias rurales

No es la primera vez que una farmacia de O Bolo no puede dispensar el medicamento prescrito por el médico porque la conexión a Internet o no funciona o es demasiado lenta. Vicente Álvarez, propietario de una farmacia en el municipio y vicepresidente del Colexio de Farmacéuticos de Ourense, habla de "discriminación" y lamenta que la innovación en el sistema de prescripción de medicinas haya llegado a los municipios de montaña antes que las condiciones técnicas que la hacen posible.

Aunque todas las farmacias de Galicia tienen ya incorporado el sistema que les permite usar la e-receta, no todos los núcleos con farmacia reúnen las condiciones técnicas para aprovecharla. Cuando la conexión a Internet -exigida por la aplicación informática del Sergas- no funciona correctamente, la receta electrónica puede convertirse más en un engorro que en una ayuda. "Muchas veces tenemos que esperar a que el sistema funcione", asegura Álvarez. Eso cuando finalmente responde, porque no es la primera vez que el paciente se va de la farmacia con las manos vacías.

Rodríguez: "No hay alternativa. O se despacha o no se despacha"
Los centros de salud tendrán prioridad en el plan de banda ancha

Ocurre, por ejemplo, en las farmacias rurales de Castrelo de Miño, Porqueira y A Veiga, en la montaña ourensana; o en O Incio, Folgoso do Courel o A Pobra de Brollón, en Lugo. Forman parte de los 286 centros de salud y 1.233 farmacias que ya usan de forma regular la receta electrónica en toda Galicia y, a la vez, de una de las zonas más críticas en cuanto a cobertura de internet: la parte oriental y montañosa de la comunidad autónoma. "El problema es que no hay alternativa. O se despacha con ella, o no se despacha", se queja Xosé Luís Rodríguez, presidente de la Federación de Asociaciones de Farmacias. Cuando la conexión falla, hay que esperar a que se reestablezca, con la consiguiente demora para el paciente y los perjuicios económicos para la farmacia cuando la lectura de la receta se vuelve imposible. "Y si no vendemos, no facturamos", se queja Rodríguez.

Desde la implantación de la receta electrónica en los últimos meses de 2008, numerosos farmacéuticos se han quejado ante la federación por los trastornos que la deficiente conexión acarrea en su trabajo diario. "No es que falle la receta electrónica, pero depende de la conexión. Las operadoras no han ofrecido lo que debían, y el Sergas optó por seguir adelante", dice Rodríguez.

El Sergas reconoce ciertas deficiencias, pero a la vez afirma que estas "se están solventando". Las necesidades de centros médicos y farmacias ocupan un lugar prioritario en los planes de la Secretaría Xeral de Modernización, que en febrero de 2010 puso en marcha el plan director de banda ancha, aún en pleno desarrollo, que subvenciona a operadoras para que se instalen en las zonas más desfavorecidas y, por lo tanto, menos rentables de Galicia. Belén Ferreiro, coordinadora del plan, explica que en la inclusión de determinados núcleos responde a las necesidades de la administración, entre ellas la conexión eficiente entre el nodo informático de la Xunta y la farmacia. Las poblaciones rurales de O Bolo y Veiga aparecen, sin ir más lejos, en el listado de "nucleos objetivo" a los que la Xunta deberá asegurar -ayudada por los fondos comunitarios Feader- un acceso a Internet de alta velocidad.

Los criterios de inclusión en este catálogo dan preferencia a aquellos núcleos en los que la Administración - como juzgados, ayuntamientos o centros de salud- no cuenta con banda ancha para llevar a cabo sus trámites. Las primeras experiencias ya están en marcha en la zona rural de Pontevedra y en el sur de Lugo, que en marzo de 2010 era la provincia en la que menos extendida estaba la receta electrónica. Sólo un 12% de los lucenses se beneficiaban entonces de ella.

En Galicia son 30 las farmacias con problemas de conexión. Se trata, en la mayoría de los casos, de centros pequeños, ubicados en el rural y normalmente los únicos de su municipio. Precisamente son estas zonas de montaña de Lugo y Ourense las que tienen la población más dispersa y envejecida de Galicia, a la que la e-receta beneficiaría reduciendo el número de desplazamientos al centro de salud.

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