"Hemos pasado de una sociedad solidaria a una generosa"

Un 45% más de donaciones respecto a 2008. Es la cifra que se aventuró a dar ayer el director de la entidad social cristiana Cáritas Diocesana de Barcelona, Jordi Roglà, durante la presentación de la memoria de 2009. La recaudación respecto a otros años es "casi la misma", porque se trata de donaciones pequeñas, pero destacó que la sociedad ha pasado de "ser solidaria" a "ser generosa".

Mientras, la crisis dispara el número de personas que piden ayuda. En lo que va de año, las diócesis de Barcelona, Terrassa y Sant Feliu han atendido a 40.511 personas, cuando el número total de atendidos en 2009 fue de 51.372, el 14% más que en 2008.

Del total de las personas atendi das, el 75% estaban en paro y el 39% ya habían acudido a Cáritas en otras ocasiones, algunas incluso hace 10 años.

La entidad católica ha atendido a 40.511 personas este año en Barcelona

En 2009, Cáritas invirtió en ayudas económicas más de 1,8 millones de euros, justo el doble que en 2007, y las dos principales partidas se destinaron a vivienda (55%) y alimentación (16%). Las partidas relacionadas con la educación fueron el 10%. En total Cáritas destinó 2,35 millones de euros, incluidos los importes otorgados a las parroquias para ayudar a los más necesitados.

El 88% de los fondos de las tres diócesis provienen de entidades privadas o particulares, y el resto, de la Generalitat, los ayuntamientos del área metropolitana de Barcelona y el Ministerio de Sanidad.

Otro dato preocupante para Roglà es el hecho de que el 36% de los atendidos -a menudo familias con hijos- viven en habitaciones realquiladas y el 9% no tiene hogar, frente al 36% que tienen viviendas de alquiler y el 13% que son dueños de sus pisos. Por ello, la organización pasará de 400 plazas de vivienda social a 550 a finales de 2011.

"La mayoría de las actividades de Cáritas corresponden por ley a las administraciones", señaló Roglà, que lamentó que en los años de bonanza "el Gobierno no hizo los deberes". El director de la entidad cristiana dijo ayer que "lo importante no es el AVE ni el metro, sino que lo prioritario es ayudar a las personas", y calificó de "inadmisible" el recorte de la ayuda a los proyectos de desarrollo en los países del Tercer Mundo.

Roglà hizo hincapié en la existencia de "nuevos pobres" como los parados en torno a los 55 años con un nivel bajo de cualificación. "Si no hacemos algo, asentaremos las bases para que aumente la tasa de pobreza la próxima década", advirtió.