El último viaje de LCD
James Murphy no debería estar en esta ciudad desayunando café, huevos y yogur. Debería estar haciendo lo mismo en Dublín, preparando el primer concierto de la gira europea de This is happening, su tercer disco como LCD Soundsystem, pero el Eyjafjalla se cruzó en su camino. "Lo intentamos, pero era imposible llegar a Dublín", dice en su hotel de Madrid media hora antes de salir en autobús para Londres. Veinticuatro horas de carretera al día siguiente de llegar a España desde Nueva York.
This is happening es una de esas grabaciones a las que añadir la coletilla "largamente esperada". De hecho, es posible que sea el disco de música de baile más deseado del año (con permiso de Chemical Brothers). Porque Murphy, con su pinta de estadounidense cuarentón bon vivant, fue el hombre que revolucionó la forma de entender lo que era bailable y lo que no en 2004 con su primer sencillo, Losing my edge. Lo sorprendente es que no pretendía ser el más moderno, sino utilizar la inmediatez pop y la ironía para crear una especie de baile de combate accesible a todo el mundo, del indie al bakala poligonero. Si él se inspiró en Daft Punk, la nueva ola de grupos de baile de Justice a Hot Chip son hijos de su actitud.
"Soy adicto al trabajo y muy nervioso. Por eso trabajo tanto. Si trabajo, no pienso"
Desde ese momento, lo suyo ha sido un paseo militar: debut homónimo que en 2006 conseguiría el Grammy al mejor disco electrónico. Segundo disco en 2008, Sound of silver, que gana otra vez el premio. Millones de discos vendidos, críticas superlativasy todo, aparentemente, sin esfuerzo. Su imagen es la de un tipo relajado y despreocupado que sale en las fotos bostezando como si nada tuviera importancia. Claro que el simple hecho de que no haya suspendido la gira, cambiando los planes de un grupo de 10 personas en 48 horas, hace sospechar que detrás de su éxito hay mucho trabajo.
James Murphy. Sí, es cierto, soy un adicto al trabajo. Cuando trabajo, no pienso. Soy una persona muy nerviosa.
EP3. Tanto que, además del disco, ha hecho la banda sonora de Greenberg, la nueva película de Noah Bauchman (el director de Una historia de Brooklyn).
J. M. Sí, pero eso fue por amistad con el director. Noah y yo somos colegas. Y el guión era buenísimo. Ben Stiller es un tipo de mi edad que vive en Nueva York y viaja a Los Ángeles, y allí todo el mundo le recuerda que pudo ser una estrella y se quedó en nada.
Ep3. No me diga que se identifica.
J. M. Bueno, casi. Cuando yo tenía 20, estuve a punto de ser guionista de Seinfeld y dije que no. Luego me metí en una banda de rock y también fracasé. Entendí bien el personaje de Ben Stiller afrontando su pasado en Los Ángeles.
Ep3. ¿Por eso se fue a grabar allí?
J. M. No, eso fue porque el sitio en el que grabo siempre estaba cerrado. Soy un animal de costumbres y odio los cambios. Y me vino a la cabeza una imagen mía vestido de blanco paseando por una mansión en Los Ángeles. Un rollo a lo Rolling Stones en los setenta. Además, este posiblemente sea mi último disco como LCD y va a ser el último con EMI. Y, no sé, me apetecía terminar así. Ya sabes, tirar la casa por la ventana
EP3. ¿Por qué está tan seguro de que es el fin de su relación con EMI?
J. M. Porque ahora mismo hacer las cosas como las hacemos es caro. EMI está pasando una temporada rara. Quizá ni siquiera exista dentro de unos años.
EP3. ¿Y eso significa el fin de LCD?
J. M. No exactamente, pero sí quiero que sea el fin de la banda de esta manera: me refiero a grabar un disco, ponerlo a la venta, irme de gira y volver a empezar. Me ocupa demasiado tiempo. Se ha convertido en mi vida entera.
Ep3. ¿Y cómo quiere que sea?
J. M. Que sea una parte de mi vida, como solía ser. Hasta hace unos años era una de las cosas que hacía. Tenía mi sello, mis producciones, mi trabajo de djY ahora todo eso es imposible porque LCD se ha convertido en una ocupación que se lleva todo mi tiempo.
EP3. Y supongo que también su mayor fuente de ingresos.
J. M. Sí. Pero esa nunca me ha parecido una razón para hacer las cosas.
EP3. Ya, no suena muy idealista. Pero hay tantos músicos que darían todo por tener una marca de éxito como LCD. Y, bueno, usted sabe que el éxito no es fácil. Tiene 40 años y le ha llegado en los últimos cinco. Se hace difícil pensar en que quiera matarla.
J. M. En parte no quiero dedicar a esto tanto tiempo porque ya tengo una edad. Y además yo no quiero matar nada. Simplemente quiero hacer otras cosas. No lo veo como el final, sino como un principio.
EP3. ¿Y qué opina el resto de la banda? ¿O LCD es un proyecto personal?
J. M. Ambas. En el estudio soy básicamente yo, peroMira, si fuera una película, yo sería el director. Bueno, más bien sería actor y director. Pero la gente que participa sería comocomo esos directores que trabajan siempre con el mismo reparto y entonces tienen derecho a intervenir en el guión.
EP3. Cuando habla del sonido de LCD lo define como dance punk. Y, no sé por qué, da la impresión de que primero fue punk y luego se pasó al baile. ¿Cómo pasó? Los punkis suelen odiar la música de baile.
J. M. Sí, toda mi vida he sido punk. Pero llegó un momento en que lo odiaba. Estaba tan harto del rock de los noventa que en 1996 dejé de hacer música y me dediqué a la parte técnica: ser productor, ingeniero, esas cosas. Entonces conocí a quien hoy es mi socio en DFA, que estaba produciendo un disco para David Holmes. Y descubrí que la música de baile era divertida y vigorizante. Así que, de repente, tuve un motivo para hacer canciones. Que la gente bailase y lo pasara bien.
This is happening se publica el 18 de mayo en EMI. LCD Soundsystem actuarán el festival Sónar de A Coruña y Barcelona el 17 y 18 de junio respectivamente.
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