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Reportaje:

Loiu necesita 600 metros más de pista

El aeropuerto vizcaíno sólo podrá acoger vuelos transoceánicos si es ampliado

Pedro Gorospe

El aeropuerto vizcaíno de Loiu necesita ganar al menos 600 metros más de pista -pasar de sus actuales 2.600 a 3.200- si quiere entrar en el grupo de aeródromos que pueden realizar vuelos transoceánicos sin escalas. Incluso sería mejor, según los especialistas de compañías aéreas consultados por EL PAÍS, que ganase 900 metros más -hasta 3.500- para que pudiesen operar la mayoría de modelos que emplean las aerolíneas en sus viajes a América, Asia y el sur de Africa: los Airbus 340 y los jumbos aún en servicio (el Boeing B-747 o el B-777). Sin embargo, con 600 metros más, al menos podría aspirar a acoger vuelos directos a Nueva York, Cancún o La Habana, por ejemplo, aunque con limitaciones.

Transportes anunció en febrero que promovería los vuelos transoceánicos
Foronda dispone de espacio, pero carece de instalaciones para muchos pasajeros
Para operar con todo tipo de aviones, Loiu debería ganar 900 metros de pista Los aparatos grandes pueden despegar de Bilbao, pero casi vacíos
El aeropuerto vizcaíno vive la jornada de mayor afluencia del año
Con 600 metros más, un B-767 podría volar directamente de Bilbao a Nueva York
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Pilotos y aerolíneas coinciden en que Loiu "no tiene la pista necesaria"

El debate sobre la posible apetura de vuelos transcontinentales sin escalas desde Loiu o el aeródromo vitoriano de Foronda fue lanzado en febrero por el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, quien anunció que el Ejecutivo, las Cámaras de Comercio, y los ayuntamientos implicados -las diputaciones prefirieron excluirse- iban a constitutir un Comité de Rutas Aéreas para potenciar los aeropuertos vascos, incluyendo vuelos transoceánicos directos. Desde entonces, ni el departamento ni los de más implicados han hecho ninguna alusión a la necesidad que habría de alargar la pista de la instalación vizcaína.

Las principales agencias de viajes no albergan dudas: "Hay mercado para uno o dos viajes semanales a Nueva York". Los pilotos y las aerolíneas también lo tienen claro: "Loiu no tiene la longitud de pista necesaria para operar ese tipo de aviones de largo recorrido".

Con 600 metros más de pista, el aeródromo vizcaíno podría acoger vuelos especiales transoceánicos directos con aviones de dos motores sometidos a las limitaciones de la normativa ETOPS (Operaciones Ampliadas para Bimotores, según sus siglas en inglés). Esta normativa de la IATA, la agencia internacional que regula todo el tráfico aéreo comercial, obliga a esos aparatos a disponer siempre de un aeropuerto en el que poder tomar tierra a dos o tres horas de su posición, ante el caso de un posible fallo en un motor. Es decir, los vuelos no podrían trazar una línea recta hasta su destino, pero tendrían la posibilidad de conectar con Ámérica sin escalas. Un trayecto Bilbao-Nueva York con un Airbus 330 o un B-767 trazaría una parábola que acercaría el aparato hasta Islandia o Canadá.

La primera opción para poner en marcha ese tipo de vuelos sería Loiu, con las mejores instalaciones de los tres aeródromos vascos y el mayor volumen de población en su zona de influencia. El problema es que le falta pista. Desde allí sólo se realizan actualmente, fuera del continente europeo, vuelos sin escalas a Canarias, Baleares, Londres y Marraquech.

El aeropuerto vitoriano de Foronda sí dispone de pista suficiente -3.600 metros y una orografía favorable- para permitir el aterrizaje y, sobre todo, el despegue de todo tipo de aeronaves. En sus instalaciones podría operar incluso la mayor aeronave comercial de la actualidad, el Airbus A-380, aunque rebajando su alcance de 15.500 kilómetros a 12.000. El problema es que Foronda carece de instalaciones preparadas para gestionar grandes volúmenes de pasajeros.

"El aeropuerto ideal para el objetivo que busca Transportes sería uno que uniese las instalaciones de Bilbao con la pista de Vitoria", cita un comandante de Iberia. Tal opción pasaría por crear algún tipo de conexión entre ambas infraestructuras que no está ni siquiera pensada. Viajar de Bilbao a Vitoria en 30 minutos, como está previsto cuando entre en servicio el AVE vasco, resultaría más rápido que caminar entre las terminales del Charles de Gaulle, en París, o saltar de la T1 al satélite internacional de la T4 en Barajas. "Es posible despegar de Bilbao con grandes aviones, pero casi vacíos", añade el citado comandante. De hecho en Loiu ya ha aterrizado un B-747, pero prácticamente vacío. "Con el combustible necesario para hacer 10.000 kilómetros y el avión lleno de pasajeros para que la operación sea rentable y los billetes queden a precios ajustados, resulta imposible con la actual pista de Loiu", coinciden todas las compañías consultadas.

Las aerolíneas analizan primero si existe mercado para una conexión concreta. Después ven qué tipo de avión puede operar en cada aeropuerto, según sus condiciones técnicas y , si además de posible, la operación resulta segura bajo cualquier condiciónes meteorológica. Finalmente, evalúan si la ruta en cuestión resulta comercialmente rentable.

Dos líneas aéreas españolas calculan que un Airbus A-340, de cuatro motores, necesita casi 70 toneladas de queroseno para volar a Nueva York sin escalas, más otras 15 como margen de seguridad, de las más de 140 que puede cargar. Con el pasaje y su carga, ese avión necesitaría recorrer 3.000 metros sólo para despegar, más otros 200 de seguridad, como mínimo. Esa cifra aumenta si empeoran las condiciones meteorológicas.

Seguridad en las operaciones

- Despegue en condiciones. El fabricante del avión fija los metros de pista necesaria para despegar con el máximo peso autorizado de carga y combustible. A partir de ahí, cada compañía establece sus márgenes de seguridad ante dos posibilidades. La primera es el fallo de un motor antes de alcanzar la velocidad de rotación, cuando la rueda delantera despega, pero el tren principal sigue rodando. Cuanto mayor es el avión necesita más metros de pista para detenerse. La segunda eventualidad es el fallo de un motor tras el despegue. Un bimotor con sólo uno de ellos operativo tiene que poder volver a la pista sin perder altitud. Se valora que la orografía permita virar hasta regresar a baja altitud.

. Operación comercial. Una vez evaluadas las condiciones de operación seguras en un aeródromo, cada compañía marca sus limitaciones. Por ejemplo, un Boeing 737-400 puede trasladar a 146 personas hasta 4.625 kilómetros. Necesitaría 2.540 metros de pista para despegar en condiciones ideales, algo imposible en Loiu. Podría operar, sin embargo, cargando 15 toneladas menos de combustible, pero volaría sólo 2.000 kilómetros

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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