El marido de Bullock, en una clínica de rehabilitación

A pesar de que a estas alturas muchos lo darían ya todo por perdido, Jesse James espera que su matrimonio con Sandra Bullock se salve. Tras los testimonios de cuatro mujeres que se han presentado como sus amantes en la prensa estadounidense y el abandono de su mujer, el empresario ha decidido ingresar en una clínica de rehabilitación, aunque sin dar a conocer cuál es la adicción de la que se quiere librar.

"Jesse ha ingresado por su cuenta en una institución de tratamiento para lidiar con temas personales", ha declarado el representante del todavía marido de Sandra Bullock en un comunicado. "Se ha dado cuenta de que está en un momento crucial para buscar ayuda para sí mismo, su familia y para salvar su matrimonio". Varios medios de comunicación aseguran que desde el martes pasado James está ingresado en el centro Sierra Tucson, de Arizona, especializado en rehabilitación de alcohólicos, drogadictos y adictos al sexo.

Mientras, según la revista Ok!, Bullock se ha mudado a la casa que posee en Hollywood Hills, y en la que vivía antes de casarse. Los primeros días de crisis, los tres hijos que Jesse tuvo en su primer matrimonio estaban con la actriz, pero ahora se hallan con su familia paterna. El agente de Bullock ha desmentido que la actriz quiera adoptarlos.