La locomotora catalana renquea
Madrid pisa los talones a Cataluña como mayor economía de España
Cataluña se tumba a menudo en el diván. También a vueltas con el devenir de su economía, tradicional locomotora española que ve desdibujado su liderazgo. Si en los inicios de esta década vivió ya cierto debate político interno sobre algunos signos de pérdida de velocidad, entrado el año 2010 el retroceso del peso relativo de su economía en España es una realidad estadística. La simboliza el hecho de que Madrid, con quien las odiosas comparaciones trascienden al fútbol y a la política, le ande pisando los talones.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reducen a ocho décimas -todavía a favor de la comunidad catalana- la distancia entre lo que supone su generación de riqueza en la tarta española respecto de lo que pesa la madrileña (un 18,6% frente a un 17,8%). Estos datos oficiales han puntualizado esta semana los publicados por Funcas, que aupaban a Madrid como la autonomía con mayor peso económico, por primera vez en la historia.
En la bonanza se benefició menos del ladrillo y ahora sufre más la crisis
"Es cierto que vemos un elemento tendencial. Se constata que Cataluña pesa menos en el conjunto y respecto de Madrid. En los noventa, la distancia entre ambas era mayor. Cataluña se pegaba al 19% y Madrid al 17%", dice Xavier Segura, jefe del servicio de estudios de Caixa Catalunya.
Una mirada de lupa sobre la composición de las respectivas economías arroja alguna luz. El PIB catalán cayó un 4,1% en 2009. El madrileño, un 3,2%. Clave resulta la estructura productiva de Cataluña, en la que la industria pesa un 15,5% cuando en el caso de Madrid es la mitad. Y es que, subraya Segura, si se tiene en cuenta cuánto contribuyó cada sector a la debacle de su economía el año pasado, en el caso de Cataluña la industria fue responsable del 70%, mientras se limitó al 38% en el caso de Madrid. En la construcción, el impacto fue del 15% en Madrid frente al 10% en Cataluña. En el de los servicios, contribuyeron un 12% en Cataluña y un 35% en Madrid.
Joan Casas, decano del Colegio de Economistas de Cataluña, reflexiona sobre los motivos por los que Cataluña se ve más castigada por la recesión. "Primero, por la menor presencia del sector público en su economía, que le da menos resistencia y estabilidad", declara. Casas alude también a su condición de economía "más abierta y de base industrial y de servicios ligados a la industria, castigados por la crisis internacional". Pero el decano aporta otros dos argumentos: "el bajo stock de capital público de aquí es clave, y tiene que ver con las infraestructuras deficientes de la comunidad y con su déficit fiscal", subraya, en alusión a uno de los eternos campos de batalla política. "La pérdida de peso de Cataluña no es ajena ni a la política del Gobierno central, con Aznar o con Zapatero, que han hecho de Madrid la plaza fuerte desde todos los puntos de vista, ni es ajena al tripartito y sus prioridades", espeta el diputado de CiU Antoni Fernández Teixidó, inquieto porque, a su juicio, "se intensifica la marcha de multinacionales a Madrid" que ya se daba con CiU en la Generalitat.
Los expertos apuntan, además, a la influencia de la inmigración. "En términos relativos, el flujo de inmigrantes de los últimos 10 años en la comunidad catalana es de los más elevados del mundo (casi un millón más de habitantes) y en muchos casos se ha tratado de trabajadores en sectores como la industria manufacturera de bajo valor añadido o la construcción, castigados por el paro", dice.
Martí Carnicer, secretario general de Economía de la Generalitat, manifiesta que "nuestra pérdida de peso tiene como origen la composición estructural de la economía y cómo la industria sufre más la crisis". Pero Carnicer pide, por una parte, que más que en España se mire a Europa a la hora de las comparaciones. Y también subraya que "las coyunturas son transitorias".
Lo ocurrido en la última década -un crecimiento medio del 2,09% entre 2000 y 2009 que sitúa a Cataluña entre las comunidades españolas rezagadas, según el INE- tiene un hilo conductor: cuando pastaban vacas gordas, se benefició menos de la fase expansiva en comparación con otras zonas, debido al menor peso en su economía del inmobiliario; sin embargo, cuando las vacas adelgazaron y el parón doméstico enlazó con un colapso global y del comercio, Cataluña sufrió más el golpe. Su industria pesa más, como pesan más sus exportaciones, casi un tercio de todas las de España. De ahí la esperanza de que Cataluña salga antes de la crisis, por las señales de alegría en el sector exterior.
Otras comunidades como el País Vasco también tienen base industrial y no salen tan mal paradas. Los economistas catalanes lo atribuyen, en parte, a los mayores recursos que le facilita su sistema de financiación, para dotarse de centros tecnologicos. Pero, sobre todo, al hecho de que la industria vasca esté ligada a bienes de inversión, a la maquinaria, mientras que la industria catalana más fuerte está vinculada a los bienes de consumo, como la electrónica, el automóvil o las motos. La crisis de consumo es un batacazo añadido.
Teixidó dice: "Cataluña es aún la locomotora económica de España. Pero puede dejar de serlo y la pregunta es si el proceso es reversible". -
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