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Reportaje:28ª jornada de Liga

Luis y el Sevilla no se entienden

Del Nido y el ex seleccionador negocian de forma infructuosa y aplazan a hoy la decisión final

Rafael Pineda

El Sevilla, un ejemplo hasta ahora de planificación y trabajo bien hecho, se ha metido en un buen lío. El empate ante el Xerez propició la destitución fulminante de Manolo Jiménez como entrenador de la primera plantilla y el equipo cayó en el error de desprenderse de un técnico sin tener atado a otro. "Queremos un entrenador que esté por encima de los futbolistas", afirmaban en la zona noble del Sánchez Pizjuán justo después de destituir a Jiménez tras siete partidos sin conocer la victoria y emitir el equipo unas sensaciones preocupantes. Ese técnico capaz de tocar la moral de los jugadores tiene nombre y apellido y responde a uno de los clásicos del fútbol español: Luis Aragonés. Por ahora, no hay fumata blanca, y cuatro días antes de jugar un partido crucial ante el Villarreal, el Sevilla sigue sin entrenador.

"Nos separan muchas cosas, pero creo en Luis Aragonés", afirma Del Nido
El Sevilla quiere que el madrileño entrene sólo lo que queda de Liga, sin hipotecas

Los contactos mantenidos entre la cúpula de la entidad y el ex seleccionador nacional fructificaron en una reunión que se celebró a mediodía de ayer en Córdoba. También en la histórica ciudad califal, curiosamente, el Sevilla firmó a Juande Ramos. Hasta esta localidad se desplazaron en automóvil el presidente, José María del Nido, y el director deportivo, Monchi. En un conocido hotel les esperaban Luis Aragonés, que llegó vía AVE, y su abogado, Vicente Montes. Una escenificación cordobesa que pronto dejó de ser un secreto.

Después de tres horas de reunión, las dos partes decidieron darse 24 horas de plazo para tomar una decisión definitiva, algo que no cuadraba en exceso con un entorno que esperaba una rápida contratación del veterano entrenador madrileño.

Del Nido viajó a Córdoba con una propuesta a Aragonés centrada esencialmente en un contrato por objetivos y de cara exclusivamente a los diez partidos que le restan al Sevilla por jugar en la Liga. Además, lógicamente, de la final de la Copa frente al Atlético. El dirigente sevillista ofreció, al mismo tiempo, unas cantidades económicas sustanciales y variables según el Sevilla quede en tercera o cuarta posición y también si consigue o no la Copa. La propuesta del Del Nido no garantizaba a Luis la dirección del equipo la próxima temporada. "No queremos que el nuevo entrenador nos hipoteque", afirmaba Monchi en la rueda de prensa en la que comunicó el adiós de Jiménez. Y con esa idea negoció el Sevilla.

"Nos separan muchas cosas, pero he venido a buscar a Luis Aragonés porque creo en él", subrayó el propio Del Nido a la salida del hotel donde se celebró la reunión. "Fichar al entrenador del Sevilla no es una cuestión que se dilucide en cinco minutos", añadía el máximo dirigente del equipo andaluz.

A sus 71 años, Aragonés sigue teniendo sus prioridades. Una de ellas quedó muy clara desde el inicio de las conversaciones con los dirigentes del Sevilla. Se trata de Jesús Paredes, preparador físico ahora del Huesca y hombre de confianza de Luis. El técnico desea contar con él para este proyecto y resulta que el club andaluz dispone de dos preparadores físicos, Ramón Orellana y Nacho Oria, quienes precisamente organizaron la sesión de trabajo de ayer por la mañana en la ciudad deportiva.

Según algunas fuentes cercanas a la negociación, Luis habría solicitado también un año más de contrato en caso de lograr todos los objetivos deportivos propuestos por el Sevilla. "Hemos expuesto cada uno sus cosas. No es que haya desacuerdo, es que nos hemos dado un plazo para meditar", aclaraba Aragonés, quien sí expresó su gran ilusión por poder regresar a entrenar en la elite. No será, por lo tanto, hasta hoy, cuando se dilucide si Luis entrena al Sevilla. La distancia, por el momento, es importante, pero el transcurso de las horas puede ir ablandando voluntades.

El club, lógicamente, también se ha puesto a trabajar en otras opciones. Las de la casa no convencen, pues pasan por dar la alternativa a Ramón Tejada, joven técnico del filial, en Segunda B, o confiar el primer equipo a un histórico como Antonio Álvarez, antiguo segundo de Juande Ramos y ahora miembro de la secretaría técnica. En cuanto al mercado, entrenadores de garantías que sólo acepten entrenar al Sevilla durante diez jornadas no hay muchos, aunque han sonado los nombres de Michael Laudrup, cuyo representante ha negado cualquier tipo de relación con el club andaluz. Bernd Schuster e incluso Víctor Muñoz, ofrecido con presteza.

Mientras se busca nuevo preparador, Manolo Jiménez acudió en la mañana de ayer a la ciudad deportiva a despedirse de los que fueron sus jugadores. El preparador les deseó suerte para lo que resta de temporada y hoy tiene previsto ofrecer una rueda de prensa para despedirse de la afición. Jiménez ha estado al frente de la primera plantilla del Sevilla durante dos años y cinco meses. En la primera temporada dejó al equipo clasificado en la quinta plaza, tercero en la pasada. En la actual, el conjunto andaluz está fuera de los puestos que dan derecho a jugar la Liga de Campeones, en la quinta posición, aunque tiene la posibilidad de conquistar un título en la Copa.

El técnico que llegue no tiene los objetivos fuera de su alcance, ni mucho menos, aunque es cierto que el Sevilla desprende en estos momentos unas sensaciones muy negativas. Para empezar, deberá afrontar las múltiples bajas que están asolando a un grupo muy mermado de efectivos. Fue precisamente ayer cuando se confirmó que el argentino Diego Perotti estará seis semanas de baja, mientras que Zokora no podrá alinearse en dos. "La plantilla está destrozada", afirman en el club mientras esperan al nuevo jefe.

Luis Aragonés, a la salida de su reunión con el presidente del Sevilla.
Luis Aragonés, a la salida de su reunión con el presidente del Sevilla.F. J. VARGAS

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