La presión vecinal obliga a Castedo a parar las obras de la Explanada
La presión de los vecinos frena la reapertura al tráfico de la Explanada. Una semana después de que una máquina perforara en el paseo para realizar catas del terreno, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, del PP, se ha comprometido con los propietarios de la Casa Carbonell a parar la reapertura de parte de la Explanada al tráfico hasta que no se estudie el impacto que la medida puede tener sobre el edificio.
Castedo se reunió ayer a última hora de la tarde, junto con dos concejales de su equipo de gobierno, con tres propietarios que acudieron en representación de los algo menos de una decena de dueños de la Casa Carbonell. Los vecinos trasladaron al Ayuntamiento su opinión de que reabrir al tráfico ese tramo de la Explanada creará un embudo en la zona, pero también su preocupación por el perjuicio que puede suponer para este edificio protegido. Recordaron que hace poco la Casa Carbonell se ha rehabilitado "con un impresionante esfuerzo económico de los propietarios" y con ayuda pública. Los vecinos temen que la contaminación dañe la fachada (como ocurre con el lateral de salida desde la calle San Fernando a la plaza del Mar, muy concurrida por el tráfico), pero también que la reapertura de la zona al tráfico perjudique la estructura del inmueble.
Castedo optó por dar un margen. La alcaldesa se comprometió a no avanzar en las obras a la espera de que los vecinos presenten unos informes técnicos sobre los efectos que sobre el edificio tendría la medida. Informes que el Ayuntamiento estudiará.
En la reunión de ayer no se habló de plazos pero fuentes presentes consideran que los informes no tardarán en presentarse.
Tras la reunión, los vecinos destacaron la actitud "muy receptiva" de Castedo y mostraron su satisfacción por el margen dado para analizar las posibles consecuencias.
La decisión de reabrir un tramo de la Explanada al tráfico tras 23 años peatonalizada se produjo tras denunciar el pequeño comercio una caída de ingresos provocada por la peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento, a finales del pasado mes de diciembre. El Ayuntamiento planteó en un primer momento la intención de realizar un by-pass durante el horario comercial por la calle paralela a la que discurre entre el Ayuntamiento y la Rambla (San Fernando). Esta medida se desechó y se optó por reabrir al tráfico parte de la Explanada.
La decisión ha abierto un debate en la ciudad. Los propietarios iniciaron hace unos días una recogida de firmas contra la medida y el pasado domingo colgaron en el edificio un gran cartel en el que se puede leer SOS. El mismo domingo recogieron alrededor de 300 firmas ciudadanas contra la decisión.
