_
_
_
_
_
PUES NO ESTOY MUY SEGURO | OPINIÓN
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

"El Gobierno es una porquería"

Juan Cruz

"-El Gobierno es una porquería: dele usted forma a esta idea".

Es una perla de la historia del periodismo, y la resalta en su libro Una heredera de Barcelona (Destino) el escritor Sergio Vila-Sanjuán, que la ha rastreado entre las joyas biográficas (o no) de su abuelo, el periodista Pablo Vila-Sanjuan. En el libro, don Pablo se apellida Vilar, un guiño que se permite el nieto para señalar que no todo lo que se dice ahí le ocurrió de veras a este ilustrado de principios del siglo XX que hasta muy entrado este último siglo siguió batallando en el periodismo (que fue su pasión) y la abogacía, que fue su sustento.

Según la novela, aquella frase ("el Gobierno es una porquería...") que hoy mismo se podría escuchar en los pinganillos de la realidad española, se la dijo el director de El Noticiero Universal, el antiguo periódico conservador barcelonés, al joven Vilar, que acababa de entrar como editorialista. El director, Julián Pérez Carrasco, "discípulo de Blasco Ibáñez y hombre expeditivo donde los hubiera", recibió a don Pablo con un mazo de papeles "y me dio la siguiente orden":

"-El Gobierno es una porquería: dele usted forma a esta idea".

Desde que el mundo se llama así, los Gobiernos han tenido la culpa; parece natural que sea así, porque llenan de callos doloridos a los unos y a los otros. Los italianos convierten Gobierno y porquería en un pleonasmo que constituye una metáfora de su refranero: "Piove, porco governo". Entre nosotros aunque no llueva la culpa es del Gobierno. Nieva, porco governo.

Lo cierto es que se tiende, en las democracias, en las dictaduras sabemos que las cosas son diferentes, a deducir que el Gobierno se equivoca incluso antes de que actúe. Presenta el papel que le han dicho que presente, porco governo. No lo presenta, porco igualmente. El Gobierno es una porquería, dele usted forma a esta idea.

Porco. Lo considera la oposición, que al parecer está para eso, y lo decide la prensa, a la que también se le atribuye ese lugar común: decir porco para que no se confíe. A veces la prensa y la oposición se parecen: el Gobierno llega con una propuesta, o con una ocurrencia, el director del periódico (o el líder de la oposición) se arremanga, recoge los papeles, se los da al portavoz (o a don Pablo Vilar, editorialista) y le extiende el mazo de la idea: "El Gobierno es una porquería: dele usted forma a esta idea".

Algunas veces hemos visto que de la idea cuelga el mazo, que muchas veces no tiene nada que ver con la idea, pero la vida es eslogan, y no hay mejor eslogan que un titular bien traído. "El Gobierno es una porquería". Y detrás viene el mazo, directo a la cabeza del Gobierno. No cuenta Sergio qué escribió su abuelo después de recibir semejante orden, pero pudo haber dicho aquello que exclamaba don Juan Aparicio en tiempos de Franco cuando se sentaba a escribir los editoriales del diario Arriba: "¡Se van a enterar en Moscú!".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_