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Morente se fusiona con Sonic Youth

El grupo neoyorquino abre su exposición en Móstoles mezclando rock y flamenco

Pablo de Llano Neira

¿Martinete heavy? ¿Sonic martinete? El cantaor granadino Enrique Morente y la banda de rock Sonic Youth trenzaron ayer en el Centro de Arte Dos de Mayo dos sonidos aparentemente irreconciliables: el rock contemporáneo, sonidos rotos y estridentes de guitarra eléctrica, con el martinete, un palo del cante flamenco. Una actuación que inauguró la exposición Sonic Youth etc.: Sensational fix, y marcó un extraño acontecimiento en la historia del arte de Móstoles.

En el Centro Dos de Mayo hay un vestíbulo espacioso, con una altura de unos 15 metros. Por lo general no tiene otra función que ver pasar a los visitantes al museo, pero ayer, a las 20.30, acogió algo especial: decenas de jóvenes feligreses del rock alternativo y algún paisano mostoleño rodeaban un espacio del que pendía una guitarra colgada del techo por un cable de acero. En medio del corro estaba el maestro flamenco Enrique Morente, con tres miembros de su familia musical, Isaac de los Reyes, Pedro Gabarré y Ángel Gabarré. Junto a ellos, el batería Steve Shelley, un yanqui con aspecto de estudiante de Columbia. Ocupaba el centro del círculo de fans y artistas Lee Mark Ranaldo, voz y guitarra de Sonic Youth. Fue raro lo que sucedió. Fue raro y duró 15 minutos.

"Morente busca ampliar los límites del flamenco", dice Lee Ranaldo
"¿Qué fue eso? ¿Una 'performance', un concierto? ¿Cuál es la diferencia?", añade

Ranaldo, una leyenda del rock de vanguardia, se movía como un chamán alrededor de la guitarra colgante. Llevaba en la mano un arco para tocar el violín; lo usaba para rasgar sus cuerdas contra las de la guitarra. La rasgaba y se apartaba, la miraba y la volvía a rasgar con más violencia. Los chirridos rompían el espacio. A dos metros de él, el estudiante de Columbia hacía sonar con calma la batería y cuatro artistas gitanos, los Morente, jadeaban voces, daban palmas, taconeaban y se arrebataban cuando los Sonic Youth afilaban el ruido."Enrique Morente busca ampliar los límites del flamenco y nosotros los del rock. Es el vínculo que nos ha llevado hasta aquí". Cinco minutos después de la actuación, mientras firmaba autógrafos y atendía a las reflexiones apuradas de los seguidores sobre su música, Lee Ranaldo daba la clave de la mezcla inaudita entre el flamenco de Morente y su música de ruptura. Lo que sucedió ayer en el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles sintetiza el contenido de la muestra que se podrá ver desde hoy hasta el próximo 2 de mayo en Móstoles: Sonic Youth como un grupo de arte innovador, más allá de la música rock y más acá del arte conceptual.

Steve Shelley, tranquilo, con el abrigo y la bufanda puestos dentro del museo, no ponía demasiado empeño en deslindar la naturaleza del momento artístico que había protagonizado: "¿Qué fue esto? ¿Un concierto, una performance? No lo sé. ¿Cuál es la diferencia?".

La banda estadounidense lleva recorriendo los límites entre el rock y el arte desde su creación en 1981, en Nueva York, impulsados por una corriente cultural de artistas, músicos, cineastas, centrada en romper y volver a pegar los límites entre las distintas prácticas artísticas.

La exposición presenta pinturas de los componentes del grupo y carteles sobre la banda. También se exponen portadas de discos de artistas conceptuales clave en el arte contemporáneo, como Dan Graham, Tony Oursler, Gerard Richter o Raymond Pettibon.

Si bien el sonido de Sonic Youth, pura distorsión, marca de la casa del grupo, puede resultar ajeno al común de la gente, para sus seguidores es un punto y aparte musical. Antes del concierto, apretado contra el portal de verjas de la entrada, un aficionado, Guillermo del Valle, madrileño de 32 años, daba una curiosa razón de su ansia por pasar adentro y oír a su grupo: "Necesito entrar, escucharlos y que me estampen la guitarra encima".

Para entender mejor el fenómeno, las palabras de otro asistente al concierto, Jesús Ordovás, crítico musical: "Sonic Youth es, con Los Ramones, el grupo más importante de los últimos 30 años. Su manera de sacar ruido de la guitarra sólo se puede comparar, por lo innovador, con lo que hizo antes que ellos Jimi Hendrix".

Sonic Youth etc.: Sensacional fix, la exposición sobre la relación de la banda con los movimientos artísticos de vanguardia, quedó abierta ayer por la noche para quien quiera buscar la raíz conceptual y estética que ha hecho de este grupo uno de los fenómenos culturales más amados y discutidos de las tres últimas décadas.

Una apuesta por la violación del sonido tradicional que supone una falta de respeto para algunos y un regalo de vanguardia para otros. El maestro Morente, con años y años de música y arte a sus espaldas, expresó ayer su veredicto sobre sus extraños amigos americanos: "Es ruido armónico. Los que piensan que no es música, tienen el oído deformado".

Lee Ranaldo, componente de Sonic Youth, golpea una guitarra contra el suelo mientras varios miembros del clan Morente le acompañan con las palmas.
Lee Ranaldo, componente de Sonic Youth, golpea una guitarra contra el suelo mientras varios miembros del clan Morente le acompañan con las palmas.CARLOS ROSILLO
Inauguración de la exposición sobre Sonic Youth en Móstoles.
Inauguración de la exposición sobre Sonic Youth en Móstoles.CARLOS ROSILLO

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