"He rodado el viaje que mi hija deseaba hacer"

Es tal su pasión por los viajes y la aventura que, a pesar del retraso provocado en el AVE de Barcelona a Madrid por la gran nevada caída recientemente, llega relajado y feliz. Desde el tren ha disfrutado de los paisajes nevados -"hay momentos impagables con la naturaleza, cuando sientes la belleza del mundo y que tú formas parte de ello"- como si de los mismísimos Alpes se tratara, y en los obligados parones del viaje ha admirado las ventiscas y la lluvia como si lo estuviera viviendo en el interior de una película.

Jordi Llompart ha propuesto para el encuentro un sitio tranquilo y coqueto, frente al Retiro madrileño y muy cerca de la estación de Atocha, del que recuerda su estupendo steak tartar. Y es eso lo que solicita a la camarera, después de proponer compartir un primer plato calentito. "Me gusta la carne buena pero le doy a todo", aclara este cineasta barcelonés de 47 años que abandonó su brillante carrera periodística -fue presentador y director de informativos de TV3- para recorrer el mundo cámara en mano y apaciguar así esa inquietud que le corroe desde niño, dejando atrás los despachos cerrados para ir en busca de la naturaleza más extrema y salvaje. "Viajar ha sido siempre mi combustible particular".

El cineasta estrena la película que ideó tras la muerte de su niña en Namibia

Su segunda película, Viaje mágico a África, comienza un día trágico de abril de 2005 cuando su única hija, Jana, de siete años, muere en accidente de tráfico en Namibia. Llompart, presente en ese viaje, decidió volcar toda la fantasía y la ilusión de Jana por el continente africano, por la magia del desierto y los animales exóticos, en un relato que tituló El corazón sobre la arena. Se puso en su lugar y fantaseó sobre los sueños, el mundo real y el imaginado, sobre caballos alados y animales que hablan, árboles mágicos y niños que corretean detrás de un balón. Ahora ese relato se ha convertido en imágenes en lo que es el primer filme europeo de ficción en 3-D, que se estrena en España el próximo 12 de febrero. "He rodado el viaje que mi hija deseaba hacer. Es un cuento espiritual para adultos y una aventura fantástica para los niños, en el que los adultos descubren la aventura y los niños entienden el mundo espiritual", explica el realizador, guionista y productor del filme. "No es un cuento exclusivo para ella. Es el cuento que Jana hubiera querido contar a sus amigos". Y allí que se fue a Namibia a rodar, a la fuente de su dolor, en unos paisajes extremos y con muchas serpientes, para luego continuar en Suráfrica y terminar en Barcelona. El resultado es un viaje fantástico por los sueños más bonitos de una niña de siete años que se llama Jana.

Sólo al final de la comida se ha decidido a pedir una copa de vino que acompaña con un café solo y un trozo de tarta de zanahoria, mientras le da vueltas al futuro del cine en salas, que está convencido que pasa por el 3-D -"hay que conseguir que el espectador salga de su casa y la única manera está en el espectáculo que le puedes ofrecer, lo demás ya lo tiene en la televisión e Internet"-, y al de la cinematografía española. "Soy un recién llegado y no quiero parecer arrogante, pero creo que tenemos que ser más ambiciosos tanto desde el punto de vista creativo como industrial".

Sale a la calle y, a pesar del frío intenso, decide ir caminando frente al Retiro, lo más cerca posible de la naturaleza, aunque sea urbana.