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Moreno logra un 70% de apoyo como líder del PSPV de Alicante

90 militantes socialistas se van sin votar de una asamblea con bronca

La historia se repite, y los socialistas alicantinos siguen atascados en su división interna. "Estamos en las mismas posiciones", reconoció el secretario general, Roque Moreno. Y así fue. Tras una larga, tensa y crítica asamblea sobre la gestión de la actual dirección del PSPV en Alicante el resultado se mantiene, un 70% a favor y otro 30% en contra. Pero de los 409 militantes acreditados 221 votaron a favor de Moreno, 88 en contra y 10 abstenciones. Y hubo 90 que se fueron sin votar. "Es que no ha venido Valenzuela", comentaban unos militantes en la puerta. El PSPV tiene 1.300 afiliados en Alicante.

De poco sirvió la llamada a la "unidad y cohesión" del PSPV en Alicante que hizo el secretario general, Roque Moreno. El líder socialista destacó en su intervención la apertura del PSPV a la sociedad y su labor de oposición. Arremetió contra el PP que "cambia las personas en Alicante, pero no los objetivos", y recordó que el PSOE presentó 200 alegaciones al PGOU. Tildó de "gran mentira" el Plan Confianza de Camps, y lo contrapuso con el Plan E del Gobierno de Zapatero que ha supuesto para Alicante 93 millones de euros en inversión.

"No hay unidad, la militancia está desmotivada y faltan ideas"

Con gente sentada en los pasillos y de pie, los socialistas pretendían celebrar una corta y distendida asamblea. Sin embargo, la mayoría de las intervenciones fueron muy críticas y duras con Moreno. "Usted nunca interviene como secretario del PSPV-PSOE, siempre como portavoz y por eso pido su dimisión", espetó Pilar Castillo. "No sabemos qué piensa el PSOE en Alicante sobre Ikea, el puerto, la fusión de cajas...", recriminó Vicente Chavarri, que por responsabilidad advirtió que se abstendría. Antonio Mira-Perceval, secretario general de las Juventudes Socialistas, arrancó los aplausos: "Llevamos cuatro derrotas consecutivas en Alicante, tú eres el responsable de la situación actual", recriminó. El dirigente de los jóvenes que resumió en tres los problemas principales: no hay unidad en el Grupo Municipal, la militancia está desmotivada y sin ideas. "Por eso debemos encontrar líderes coherentes", concluyó. El concejal, Lalo Díez, considera que "debatir no es desangrar", y que el PSOE no sufre "esclerosis" como apunta la actual dirección. Otro militante, Manuel Marín apeló a la cohesión y recordó que "los debates internos y absurdos nos llevan a la marginalidad".

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