Un cargo público participó en el plan para matar al alcalde de Polop

Un cargo público participó en el asesinato del alcalde de Polop, Alejandro Ponsoda, del PP, hace dos años, en un prostíbulo de las afueras de Benidorm. El político, en activo en una instrucción de la comarca, se reunió varias veces con otras cuatro personas para fraguar el asesinato a tiros del regidor: un empresario del calzado, un narcotraficante de La Vega Baja, el gerente del lupanar y un sicario. Los tres primeros ya están arrestados, y dos de ellos encarcelados. El político y el sicario están en libertad. El móvil del crimen, que aún sacude los cimientos de la sociedad de Polop, permanece oculto.

La participación de un político en la trama del asesinato de Ponsoda fue revelada ayer por el abogado Antonio Martínez Camacho, letrado que asistió al empresario Salvador García Ros, arrestado por estos hechos el domingo, en comparencia judicial. Tras el interrogatorio, la magistrada, la titular del Juzgado número 2 de La Vila Joiosa, envió al industrial a la cárcel por un delito de asesinato en grado de cooperación necesaria. Y a la salida de la oficina judicial, Martínez Camacho aseveró: "No nos cuadra en absoluto que uno de los implicados esté en la cárcel (el narcotraficante), que el segundo, mi cliente, esté también en la cárcel, y que haya un tercero, que dicen que tiene relación con ellos, y que siga en un cargo público".

La juez ha encarcelado ya al industrial y al narcotraficante

El empresario admite que habló con el político en el club de alterne

Martínez Camacho evitó ofrecer detalles sobre la identidad del político. Aunque otras fuentes del caso señalan que el implicado no ejerce más allá de los limites de la comarca de La Marina Baixa. Esas mismas fuentes señalan que el cargo público mantuvo varias reuniones en el lupanar en las que, al menos, siempre participaron esas cuatro personas antes mencionadas.

El letrado señaló que al detenido, el empresario Ros García, se le efectuó un interrogatorio "banal y general, no hubo ninguna concreción", precisó. "Se le preguntó si tenía algún interés urbanístico con la corporación y dijo que no, y por su relación con Ponsoda, y respondió que era buena", añadió el abogado.

Ros García también reconoció en su declaración que mantuvo una cierta amistad con Raúl Montero Trevejo (primer arrestado por el crimen) aunque hacía tiempo que no se veían. Otras fuentes judiciales apuntaron ayer la posibilidad de que el empresario le hubiera comprado un arma a Trevejo, si bien en su defensa aclaró que se trataba de un modelo de coleccionista.

Martínez Camacho también se quejó de que su cliente haya sido privado de libertad "por hechos secretos que no pueden ser conocidos".

La existencia de testigos protegidos ha condicionado las detenciones y los interrogatorios practicados hasta ahora. El primer arresto se produjo el pasado día 3, cuando los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil apresaron en su domicilio, en Albatera, a Raúl Montero Trevejo, de 34 años y nacionalidad española. La policía cree que Montero integra una banda de asesinos a sueldo. El detenido, ya encarcelado por el asesinato de Ponsoda, tiene pendiente otra causa por narcotráfico y tenencia ilícitica de armas. Estaba prófugo desde noviembre de 2007, un mes después del crimen de Polop.

Al arresto del narcotraficante sucedió, el pasado domingo, el del empresario del calzado Salvador Ros García, a la salida de un bar, en pleno centro de Polop. Ros García, natural de Orihuela y afincado en Polop desde hace dos décadas, tiene varias tiendas de calzado en distintas localidades de la provincia. Su economía, según su entorno, "atravesaba por dificultades". Un día antes de su arresto, el empresario había anunciado un viaje por motivos de negocios a China.

El tercer arresto, y último hasta el cierre de esta edición, se produjo miércoles en el club de alterne Mesalina, ubicado en la carretera entre Benidorm y Finestrat. Los agentes detuvieron al regente de lupanar: un ciudadano de origen uruguayo que era el encargado del club de alterne. No obstante, esta persona había trabajado en otros clubes similares de La Marina Baixa. El encargado del club estaría al corriente, por su presencia en las reuniones preparatorias del crimen, de las circunstancias que rodearon la contratación de los autores materiales de los hechos. La investigación tampoco está descartada su participación directa en el tiroteo contra Ponsoda la noche del 19 de octubre de 2007.

Los agentes de UCO han rastreado en el entorno de la noche y del club Mesalina para tratar de acotar la trama que acabó con la vida de Alejandro Ponsoda. Aquí estaría el nudo originado entre la autoría intelectual del asesinato, todavía por determinar, y su ejecución por parte de quienes apretaron el gatillo y tirotearon con dos armas diferentes a Ponsoda.

Habrá más detenciones en breve, dado que fuentes de la investigación aseguran que esta semana el caso, tras dos años de misterio, estará resuelto.