España rechaza la posición común en la reforma de la PAC
El Gobierno presentará un texto alternativo y buscará apoyos
La Administración española está radicalmente en contra de la pretensión de Bruselas de modificar la distribución de recursos comunitarios a partir de 2013, que supondría el desmantelamiento de la Política Agrícola Común (PAC). En su lugar, España propondrá un texto alternativo que se pretende negociar con otros países para su impulso durante la próxima presidencia en la UE en el primer semestre de 2010.
La comunicación de Bruselas donde se plantea un cambio en la distribución de los gastos contempla, ante el sector agrario, la eliminación los mecanismos para regular los mercados; reducir a mínimos los stocks de seguridad alimentaria; ir a una cofinanciación de los Estados miembros; sustituir el sistema actual de pagos por derechos históricos por otros medioambientales, y aumentar la modulación o recortar los pagos directos para desviar esos fondos a desarrollo rural. En resumen, eliminar toda la filosofía por la que fue creada la PAC.
El ministerio expondrá su desacuerdo esta semana en el Ecofín
Esta comunicación fue analizada en una reunión de la Comisión delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, donde todos los departamentos apoyaron las posiciones en contra de la misma defendidas por el Ministerio de Medio Ambiente. De acuerdo con esa posición, España expondrá su rechazo esta semana en Bruselas en la reunión del Ecofin.
Para el Ministerio, el documento elaborado por la Comisión no responde a la situación de la Unión Europea. Se califica como inaceptable el tratamiento que se da en el mismo a la PAC, con una propuesta que a juicio del Ejecutivo está totalmente desequilibrada: tan solo plantea cambios en los gastos, pero ninguna medida en los ingresos. España entiende además que es una propuesta deslegitimada al proceder de una Comisión en funciones. Y considera que supone apoyar un modelo de espaldas a la crisis agroalimentaria global y a la consideración de la agricultura como un sector estratégico. España se plantea si Bruselas quiere mantener el actual modelo productivo o si, por el contrario, lo que se busca en materia de seguridad alimentaria es trasladar las compras y las inversiones a terceros países, como ya están haciendo otras potencias económicas.
