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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Calla la voz crítica de José María Rodríguez Méndez

Era el heredero de la tragicomedia española

La voz de José María Rodríguez Méndez, una de las más contundentes y críticas del teatro español contemporáneo, se apagó ayer en Aranjuez (Madrid), a los 84 años. Nacido en la madrileña calle de la Ruda en 1925, el periodista, novelista, ensayista y dramaturgo tuvo su primer contacto con la escena de pequeño, al ver el incendio del teatro Novedades: "Este recuerdo de fuego y teatro me marcó indudablemente. El teatro fue para mí, desde entonces, algo terrible, grandioso, feroz", contó el dramaturgo, que vivió también en Barcelona, Buenos Aires y otras ciudades.

Mucho se ha sabido de este autor gracias a la revista Primer Acto, cuyo fundador y director, José Monleón, uno de los grandes especialistas teatrales de nuestro país, se mostraba anoche consternado con la desaparición de su amigo: "Su personalidad surgió en una época en la que, por un lado, había un teatro derechoso y conservador y, frente a él, un teatro crítico; pero el de José María era el teatro de la soledad, sin sitio, todos sus grandes personajes hablan del hombre sin lugar, algo que representaba una parte fundamental de la España de la época". Monleón dijo también, recordando al dramaturgo desparecido: "Antes había unos vencedores y unos administradores de la victoria, y otros se reivindicaban herederos de los derrotados; en cambio, él expresaba muy bien la España del muchacho desheredado, nunca estuvo integrado en ningún grupo y su teatro tiene la expresión de una España que ha estado siempre sola; le hemos querido y queremos porque fue la voz de esos españoles que no tuvieron refugio ideológico ni político, por eso es el heredero de la tragicomedia española".

Autor de 'Flor de otoño', muchas de sus obras no se han representado

En la edición especial que preparó para la Sociedad General de Autores y Editores el productor Robert Muro, con motivo de un homenaje, Michael Thompson contó cómo en el furioso librito publicado en 1993, Los despojos del teatro, expresa contundentemente y con tono apocalíptico su cinismo e inconformismo ante "los fastos de 1992, la evolución de la democracia, el crecimiento del teatro subvencionado, y la irremediable incultura de todo el establishment político y teatral del posfranquismo". Acusó "a esos llamados 'socialistas' de la destrucción del teatro español y del genocidio cultural que han ido cometiendo a través de los años. Pero ha habido grandes colaboradores en la destrucción del teatro español. Hagamos llover fuego sobre tanto malvado, sobre tanto mediocre", dijo.

La Asociación de Autores de Teatro de España, de la que fue presidente, publicó una edición de sus obras escogidas en la que se ponía de relieve la importancia de Rodríguez Méndez en el teatro contemporáneo. El actual presidente, Jesús Campos, comentó anoche que ha sido un autor fuertemente anclado en la tradición escénica española, desde la que experimentaba y expresaba su inquietud por la sociedad española y, especialmente, catalana y madrileña: "Era un autor muy apegado al territorio y su obra estaba muy fusionada con el paisaje urbano".

Por su parte, Rodríguez Méndez había dicho: "Escribí varias obras de teatro con total, absoluta libertad. Decidí, primero, no preocuparme en absoluto de la censura; segundo, desentenderme totalmente de la cuestión empresarial; tercero, no hacer el más mínimo caso de tendencias, modas, etc.; cuarto, desengañarme por entero de la idea descabellada de que el teatro iba a solucionar mi problema económico. En ese estado de ánimo creo que escribí las mejores obras de teatro que ha producido mi humilde pluma y que son: Bodas que fueron famosas de Pingajo y la Fandanga, Flor de otoño, Historia de unos cuantos, La mano negra...".

Flor de otoño fue llevada al teatro en varias ocasiones (la última, en el CDN en 2005) y al cine con una inolvidable película de Pedro Olea. Bodas que fueron famosas del Pingajo y la Fandanga inauguró el entonces recién creado CDN que dirigía Adolfo Marsillach, quien encargó la dirección de la obra a José Luis Gómez. Su último título puesto en escena fue Farandul, estrenado en 2006 por Miguel Ángel Gallardo, actor y director que tuvo mucho contacto con él hasta el final de su vida.

El cuerpo del autor se encuentra en el Tanatorio de Pinto (Madrid) donde hoy, a las 12,15 se procederá a su incineración.

José María Rodríguez Méndez, con el premio Max de Honor, en 2005, en Guadalajara.
José María Rodríguez Méndez, con el premio Max de Honor, en 2005, en Guadalajara.EFE

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