El rock del futuro
A tenor de lo que se contaba de la producción de Josh Homme, el de Queens of the Stone Age, uno esperaba encontrarse aquí a los mismos Deep Purple reencarnados. Y no es para tanto. Desde luego, es un disco de rock y carece de la maravillosa inmediatez del primer álbum (tampoco la tenía el segundo), pero la tercera grabación de los que fueron los nuevos Beatles durante dos meses tampoco es tan áspera. Está compuesto en su mayoría por medios tiempos con las reconocibles estructuras circulares de hits anteriores, como Fake tales of San Francisco. Siguen siendo un grupo de primera clase y seguramente, con el tiempo, se escribirán sesudos estudios sobre el papel de este álbum en su discografía. Es lo que tiene ser una banda de las que marcan una era.
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