"Al buen restaurador no se le nota"
La Basílica de Santa María, el principal templo de referencia donostiarra de cuya grandiosa portada rococó parte la calle Mayor de la Parte Vieja, vuelve a abrir sus puertas el miércoles 5 de agosto tras haber sido sometida, durante año y medio, a un proceso de restauración con una inversión de tres millones de euros, dirigido por el arquitecto guipuzcoano Ramón Ayerza. Santa María podrá así acoger de nuevo este año la celebración de La Salve, principal tradición de los actos festivos del 15 de agosto, día grande de San Sebastián, luciendo su nuevo aspecto.
Ayerza, profesor de dibujo de la Escuela de Arquitectura de la UPV, ha tenido a su cargo la restauración de importantes templos guipuzcoanos como Oiartzun y Getaria, antes de entrar en Santa María, que no duda en calificar como un "templo barroco de primer orden y muy singular".
"Santa María es uno de los grandes templos barrocos españoles del XVIII"
"Lo genial de la catedral de Vitoria es su restauración como espectáculo"
Pregunta. ¿Ha necesitado mucha intervención o estaba bien conservada la iglesia?
Respuesta. Después de dos siglos y medio de intemperie y de lluvia necesitaba una atención de limpieza de cara y puesta a punto. Especialmente los faldones de la cubierta que estaban en ruina. En realidad, todos los edificios requieren ser restaurados, hasta el Acueducto de Segovia o las calzadas romanas...
P. Habrá mucha diferencia en la labor del arquitecto creador o el restaurador.
R. El creador es un artista y, como tal, pretende quedar bien ante el público y que le aplaudan. El restaurador, sin embargo, cuando ha hecho bien su trabajo es precisamente cuando no se nota que ha pasado por ahí. Hay una renuncia a la expresión de la propia personalidad, como una entrega al servicio del monumento.
P. De los edificios de carácter civil, militar o religioso, ¿por qué son precisamente estos últimos los mejor conservados?
R. La arquitectura religiosa es quizás en la que más dinero se ha invertido y la que mejor mantiene su uso; es la que tiene gente a su servicio, hay un credo que lo apoya y eso le permite sobrevivir mejor. Aunque en Guipúzcoa, tenemos un monumento militar excepcional, el Fuerte de San Marcos, en Rentería.
P. Un edificio construido en el XIX para defendernos de Francia y no fue necesario usarlo, como usted afirmó en un artículo.
R. Efectivamente, San Marcos se construyó mirando a Francia cuando en realidad al enemigo lo hemos tenido en casa, porque Guipúzcoa es un territorio guerracivilista. De todos modos, Thomas Jeferson calculó que los países anglosajones venían a tener una guerra civil cada 74 años, de modo que los guipuzcoanos estamos en la buena media.
P. ¿Qué tiene de singular Santa María respecto a los demás monumentos donostiarras?
R. Santa María trasciende al marco de San Sebastián; es uno de los grandes templos barrocos españoles del siglo XVIII y es muy singular. Lo que le singulariza no es su hermosura, que la tiene, sino cómo incorpora la idea espacial del templo columnario típicamente guipuzcoano y se propone como la auténtica expresión de ese modelo. Es además una iglesia retardataria; cuando en Austria o Alemania están construyendo esos templos de curvas y contracurvas, los donostiarras vuelven a un orden arquitectónico que tiene dos siglos, al modelo de las iglesias gran salón con grandes columnas, despejada, sin avergonzarse de ello, y añadiéndole elementos que la barroquizan.
P. Tiene además un gran significado social para San Sebastián.
R. Es el templo que nuclea la aldea de San Sebastián antes de su fundación como villa. Y ha sido una iglesia municipal promovida, pagada y gobernada por el ayuntamiento donostiarra que era el que nombraba a los curas.
P. ¿Cuál es su opinión sobre la lauredada restauración de la vieja Catedral de Vitoria?
R. Es un edificio muy torpe que no reúne tantos merecimientos; lo que es genial, en este caso, es el propio proceso de restauración, el procedimiento, el hecho de haber convertido la restauración en un espectáculo y un acontecimiento social. Es fascinante.
P. Ha restaurado San Salvador de Getaria, un templo diferente.
R. Sus promotores quisieron ampliar la iglesia con el solar adjunto propiedad de los Zarauz (hoy Narros) que no se lo dejaban. La junta de obra apoyada por el ayuntamiento la inició sin calcular que era una familia poderosa, que les denunció y consigíó una sentencia de la Chancillería de Valladolid en 1497, exigiéndoles salir de allí y meter la calle por debajo de la iglesia.
Ramón Ayerza
Ramón Ayerza (San Sebastián, 1947) fue arquitecto municipal de Rentería antes de dedicarse a la docencia en la Escuela de Arquitectura de la UPV. Actividad que combinó con la de restaurador. Se estrenó en la "fascinante" iglesia de Oiartzun, cuya cabecera pagó Isabel la Católica. Le siguieron la no menos espectacular San Salvador de Getaria, y las más pequeñas y preciosas de Azkizu también en Getaria, y Astigarrieta.
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